En la montaña Campana, cerca de Trujillo, arqueólogos peruanos descubrieron una mina prehispánica de unos 1,600 años de antigüedad que fue explotada por la cultura Mochica, cuyos representantes extraían cinabrio y cristales minerales, indicó el investigador Régulo Franco.
“Tiene alta concentración de cristales minerales, como malaquita y sobre todo cinabrio o sulfuro de mercurio, un elemento simbólico que acompaña a los muertos en su viaje al encuentro con sus ancestros”, explicó.
El arqueólogo contó que en un inicio descubrieron un hueco en una elevación en la quebrada Portachuelo, pero luego descubrieron que se trataba de una mina.
En las inmediaciones del lugar se encontró un cementerio moche, con restos de cerámica de esa cultura.
Franco llegó a la conclusión de que el cinabrio era utilizado en el entierro de los dignatarios de la zona, como se puede ver en el de la Señora de Cao, una gobernante de la región en el siglo IV, cuya momia fue descubierta en 2006.
Señaló que la zona de la mina prehispánica se encuentra en peligro debido a que el Ministerio de Energía y Minas entregó este año en concesión esa parte del complejo Campana a una empresa para explotación minera.
“Demandamos que esa zona sea declarada como un paisaje cultural e intangible”, subrayó a la vez que criticó que compañías extraen materiales de construcción en las canteras ubicadas en las inmediaciones.
Fuente: Peru21
