Semana turística de Nasca: Visita los maravillosos y enigmáticos geoglifos

La XXXIX edición de la Semana Turística de Nasca se celebrará del 14 al 21 de mayo. Esta festividad constituye una oportunidad para participar de sus actividades programadas y visitar los encantadores atractivos turísticos de esta hospitalaria provincia de la región Ica, donde destacan los enigmáticos y sorprendentes geoglifos que sorprenden al mundo.

Esta celebración contempla una serie de actividades turísticas y culturales, en las que se recordará el nacimiento de María Reiche, científica alemana que desarrolló un importante trabajo de investigación y cuidado de las Líneas de Nasca.

El sábado 14 de mayo está programado, desde las 11.30 p.m. en la plaza de Armas de la ciudad, el homenaje a María Reiche, la “Dama de las Pampas de Nasca” al conmemorarse su onomástico.

El domingo 15 de mayo, a las 9:30 a.m., tendrá lugar una romería y homenaje en el mausoleo de María Reiche, ubicado en el centro poblado San Miguel de Pascana, en el distrito de El Ingenio. A continuación, se desarrollará la ceremonia en honor al onomástico de la célebre científica alemana. En tanto, el lunes 16, a partir de las 4.00 p.m., habrá una exhibición de láminas y fotografías de las Líneas de Nasca.

Esta XXXIX Semana Turística de Nasca nos invita a conocer y visitar los fabulosos geoglifos que sorprenden al mundo.

 

Líneas de Nasca, patrimonio mundial

Declaradas e inscritas, el 17 de diciembre de 1994, como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en la 18° Sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, las Líneas de Nasca constituyen uno de los mayores enigmas de la arqueología peruana y global por su significado, dimensiones, variedad, número y existencia de más de 2,000 años.

En efecto, al ser reconocidas como patrimonio mundial, el comité de la Unesco remarcó en uno de sus criterios que “las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa forman un logro artístico único y magnífico de la cultura andina que no tiene rival en su extensión, dimensiones, diversidad y larga existencia en cualquier parte del mundo prehistórico”.

En otro fundamento afirma que “Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, a través de la forma única del uso de la tierra, son testimonio excepcional de la cultura, la tradición mágico-religiosa y las creencias de las sociedades que se desarrollaron en América del Sur precolombina entre los siglos VIII a.C. y VIII d.C.”.

Asimismo, sostiene que “El sistema de líneas y geoglifos, que ha sobrevivido intacto durante más de dos milenios, evidencia una forma inusual de utilizar la tierra y el entorno natural que representa un paisaje cultural de alta expresión simbólica, utilizando una tecnología de elaboración que les permitió diseñar figuras a gran escala con una sobresaliente precisión geométrica”.

En la 40° sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, realizada en 2016 en Estambul, Turquía, se aprobó el cambio de nombre de Líneas de Nasca por Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, uno de los 13 sitios del Perú inscritos hasta ahora en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

Patrimonio de la Nación

Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa fueron declaradas monumento nacional por la Ley 6634 de junio de 1929. En la actualidad se encuentra protegido por la Constitución Política del Perú (artículo 21°) y por la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, promulgada en julio de 2004.

Ubicación

Estos espléndidos pictogramas de animales, plantas y figuras geométricas de complejo significado se ubican a 450 kilómetros al sur de la ciudad de Lima y se extienden sobre las pampas de Nasca, Jumaná, Ingenio, Palpa y Socos, en una superficie de 75,358 hectáreas, entre las provincias iqueñas de Nasca y Palpa.

Estas pampas se caracterizan por la tonalidad de su suelo, principalmente negruzco y pardo, pero también con partes rojizas que se tornan violáceas al ponerse el sol. Al encontrarse en una de las zonas más secas del planeta, a una altura de 330 metros sobre el nivel del mar y a una temperatura media anual de 25 grados Celsius, se generan condiciones naturales óptimas que ayudan a conservar los dibujos. El aire caliente actúa como un «colchón» que impide que las líneas se borren porque obliga al viento a cambiar su dirección.

Origen

La elaboración de estos geoglifos en esta parte del desierto iqueño se atribuye principalmente a la civilización Nasca, que floreció en el antiguo Perú entre los siglos I y VII después de Cristo. Esta cultura preincaica destacó por sus conocimientos avanzados de ingeniería hidráulica, lo que le permitió desarrollar una agricultura próspera en pleno desierto gracias a sus acueductos y canales subterráneos. Además, registró un desarrollo notable en cerámica, lo que se evidencia en miles de vasijas y objetos con diseños con imágenes realistas.

Descubrimiento y estudios

Las primeras referencias escritas sobre las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa se remontan a escritos del cronista español Pedro Cieza de León, en 1547. En tanto, los primeros hallazgos e investigaciones arqueológicas se datan a partir de 1932 y estuvieron a cargo de Julio C. Tello, considerado el “padre de la Arqueología peruana”, y de su discípulo Toribio Mejía Xesspe, destacado arqueólogo peruano.

Otros estudiosos de los geoglifos fueron el historiador estadounidense John Rowe, el arqueólogo alemán Max Uhle y tras ellos el antropólogo estadounidense Paul Kosok, quien determinó su antigüedad en 550 años d. C. mediante la técnica del Carbono 14.

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