Los palos son así, reza el conocido dicho del periodista Daniel Peredo. Pero hasta él se cansó de la frase hoy, cuando el traveseño nos negó – no una, dos – el gol merecido.
Ante la favorita del hexagonal, Colombia, Ahmed dispuso un equipo ofensivo, donde resaltaba la presencia de Polo y Deza como novedades. El comienzo del choque evidenció unas claras intenciones ‘cafeteras’ de buscar nuestro arco. Dos ocasiones por arriba llevaron un peligro para Perú, donde Campos se mostró algo inseguro al inicio. Justamente, fue uno de esos ataques donde el rechace cayó en los pies de Quintero; su remate quiso pasar entre varios jugadores y golpeó -dudosamente- en las manos de Chávez. Penal y gol del mismo Quintero.
Desde ese momento, Colombia no volvió a inquietar a Campos en el primer tiempo. Perú pasó a dominar el balón, con un Deza endiablado pero que, infantilmente, se ganó una amarilla; aun así, su trabajo fue muy bueno, al punto de convertir en figura al arquero Bonilla. En uno de los empujes de Perú en ofensiva, Gómez -portento físico- llegaría a tiro de gol pero su remate se estrellaría en la base del travesaño.
Con el grito de gol en la garganta nos fuimos al descanso, dominando pero sin encontrar el ansiado y merecido empate.
Para la complementaria, la tónica no cambió a la del final del primer tiempo. Colombia, replegado, esperaba una contra para encontrar mal parada a la defensa peruana. Aun así, con el ingreso de Reyna, Perú se abocó en ataque, pero la tónica planteada por Ahmed o por el lance del partido, no sirvió. Los innumerables centros que lanzó Perú al área ‘colocha’ fueron fácilmente repelidos.
Hinostroza, que pasó a jugar por derecha tras la salida de Chávez, llegó al área de Colombia y sacó un trallazo que se estrelló en el parante superior, dejando a Bonilla sin reacción. Era el gol pero no fue. Cedrón y García ingresaron para darle más rotación a Perú pero los centros que llegaron al área colombiana eran defendidas con solidez.
Perú perdió dominando a Colombia. Perdió jugando un gran partido. Pero no anotó y eso nos ha pesado en todo el torneo. La chance no está perdida.
Ecuador, y luego Chile, son los rivales a vencer. Seis de seis serán los puntos que nos lleven al próximo Mundial en Turquía. El equipo demostró que material tiene para ganar.
