Practicar sencillas rutinas puede ayudar a prevenir el padecimiento de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, algunos tipos de cánceres y en general el fallecimiento prematuro causadas por el excesivo tiempo en las sillas.
Un estudio masivo llevado a cabo en un millón de personas en todo el mundo y publicado en “The Lancet” concluyó que ejercitarse al menos una hora por día reduce el riesgo de muerte prematura y otro tipo de enfermedades relacionadas a nuestros hábitos sedentarios.
Así por ejemplo, caminar o montar bicicleta por una hora puede beneficiar tremendamente a nuestra salud. Asimismo, si es posible, correr antes del almuerzo ayuda a prevenir los efectos negativos de parar sentados tantas horas.
Algo tan sencillo como preferir siempre las escaleras puede ayudar bastante. Subir unos escalones en la casa, en la oficina o cuando estemos en el centro comercial es mucho mejor para la salud que tomar el ascensor. Es mejor dejar que este lo usen personas que de verdad lo necesiten.
Aprovecha el momento que dedicas a las labores domésticas. Limpiar, pintar o mover los muebles de la casa para darle otro aire al hogar implican un esfuerzo que puede ser muy beneficioso.
Lo importante es tener una rutina diaria de movimientos proporcional a las horas que pasemos sentados. Así, como comentamos líneas arriba, para una jornada laboral lo mejor sería ejercitarse al menos una hora al día.