El asma es una condición de salud que parece haberse popularizado en las últimas décadas. Según la Organización Mundial de la Salud, esta afecta a más de 235 millones de personas alrededor del mundo y, aunque no se piense, las tasas de mortalidad por esta enfermedad disminuyen a paso lento.
Un estudio publicado en la revista inglesa The Lancet concluye, basado en datos obtenidos tras un análisis en 46 países, que desde la década de los años ochenta, el número de muertes por asma no ha disminuido significativamente.
Elmer Huerta, comenta que los investigadores dedujeron que el uso de inhaladores solo sirve como paliativos momentáneos de los síntomas y no se ataca el problema de fondo, por lo que se agrava la mortalidad.
“Lo dicen los investigadores: es porque en esa época se comenzó a vender muchísimo los famosos inhaladores. Entonces, al tener un inhalador, eso alivia el espasmo cuando se cierra los bronquios. Entonces la gente comenzó a usar sus inhaladores. Eso los aliviaba momentáneamente porque no se revertía el problema de fondo, por lo que se daba crisis asmáticas muy graves y por eso agravó la mortalidad”, comenta.
El asma es relacionada, principalmente, a los niños. En el Perú, el 30% de los casos presenta síntomas durante el primer año de edad. El diagnóstico temprano del asma favorece un rápido control de la condición.
Pese a lo que se cree, un niño asmático puede correr, realizar actividad física o jugar con total normalidad, siempre y cuando se lleve el tratamiento dado por el médico tratante.
El estudio comenta que el uso de inhaladores sin prescripción médica no es efectivo; sin embargo, su administración con aval clínico es rápida y segura. En algunos casos, la condición desaparece con los años y el alejamiento de los alérgenos causantes.
En algunos casos, la condición desaparece con los años y con el alejamiento de los alérgenos causantes. La vigilancia médica es importante.









