En los últimos años hemos podido comprobar cómo en algunas publicidades que se ve en los medios como la televisión y el contenido algunos blog y videos de niñas youtubers que las 24 horas esta disponible en la internet, muestran la moda infantil imitando a la de los mayores: pantalones muy cortos, ombligos al aire, escotes de vértigo, camisetas sexys, al estilo de las cantantes adolescentes.
Parece algo inofensivo y que a las niñas les gusta, ¿qué malo podría haber en ello? Algo que puede servir es pensar en lo que un estudio reciente de la Asociación de Psicología Americana, en donde se logra obtener información que demuestra como esta erotización de la infancia está causando alteraciones físicas y psíquicas a medio plazo bastante graves, pues coiniciden en que existe un peligro imperceptible cuando se accede a vestir a las niñas como adolescentes.
Esa etapa que estaba comprendida entre los 10 a 12 años en las nenas y de los 12 a los 14 años en los varones, se precipitó y sus características hoy se ven aparecer desde los 8 años, especialmente en las nenas. De ahí que no sorprenda verlas vestidas como una teen, cuando todavía son niñas en edad cronológica.
Pero la pregunta es: ¿son las niñas las que entienden que su cuerpo se desarrolla de otra manera o son los padres los que apuran los tiempos?
La sociedad lleva a la infancia, especialmente a las niñas, a una tendencia sexualizadora. Ropa, juguetes, películas, cosméticos y publicidad, bombardean a nuestras hijas fomentando su sexualidad y su físico como la única manera de tener éxito en la vida y dejando de lado otros aspectos de su personalidad.
Actualmente el único criterio que las niñas esta aprendiendo a evaluarse juzgarse a sí mismas es el de la belleza física, y por lo tanto, se deja de lado la niñez rápidamente para adentrarse en, lo que ahora se llama, la preadolescencia.
Las siguientes apreciaciones de psicologos y psicopedagogos basadas en el comportamiento, la observación y los diversos tratamientos realizados con sus pacientes son dignos de tomar en cuenta por los diseñadores de ropa, las tiendas comerciales, medios de comunicación, ciudadanos y sobre todo por los mismos padres:
- Convierte a las niñas en un objeto sexual en la que la única cualidad que poseen es la de ser atractiva para el varón, quien a la vez se ve empujado a reforzar su rol machista. Se educa para que las mujeres potencien actitudes alabadas por los hombres como dulzura, inocencia, sumisión, olvidando los comportamientos firmes y autoritarios por ser poco femeninos.
- Estos comportamientos han revelado que la principal preocupación de las niñas en los últimos 20 años es su aspecto físico, y el hecho de no alcanzar su objetivo las lleva a una insatisfacción perpetua, ansiedad y depresión desde muy pequeñas.
- Los modelos de belleza de las modelos, e incluso de las muñecas, reflejan cuerpos imposibles, con una delgadez extrema. Estos modelos empujan a nuestras hijas a la anorexia y la bulimia a partir de los nueve años, informa la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia.
- Por otro lado, el actual canon de belleza de una chica alta, con curvas moderadas y con pechos extraordinariamente grandes, arrastra a muchas adolescentes a una obsesión estética que las conduce a pedir a sus padres intervenciones quirúrgicas estéticas. En EEUU, los implantes mamarios, liposucciones y operaciones de nariz son algunos de los regalos preferidos por las adolescentes para su graduación, lo mismo que en España, el primer país de Europa en número de cirugías estéticas a adolescentes. Este hecho es preocupante, no solo porque denigre a la mujer y la reduzca al único matiz de lo físico, sino que además, crea adicción y una continua insatisfacción.
- Otro de los aspectos reveladores de este estudio es la prontitud en la maduración sexual antes de la maduración psicológica, lo que conlleva la adopción de conductas sexuales de riesgo: embarazos no deseados, promiscuidad, enfermedades sexuales… confundiéndola con una libertad sexual mal entendida.
Padres ¿Cómo pueden evitar la erotización de la infancia de sus hijos?
Pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Filtrar todo aquello que ven nuestras hijas: programas de tv, películas, vídeos musicales.
- Enseñarles a ejercer la crítica con las actitudes incorrectas y mostrarles cuál es la realidad.
- Hablar y explicar porqué ciertas conductas son inapropiadas.
- Fomentar otros aspectos de la persona como son los deportes, la cultura y la creatividad.
- Educar sobre el sexo y sus consecuencias de una forma natural y, por supuesto, dar ejemplo.
Y es que se ve necesario hacer una evaluación de todo lo que rodea a las niñas pues se puede observar cambios en el desarrollo de la niñez, un adelantamiento en actividades similar a los que se dan en la etapa de preadolescencia, en sus intereses, en lo que acceden, lo de los cuales no sabemos aún las consecuencias que podrán tener en su futuro, pues al no estar preparadas emocionalmente, se les exige una sobreadaptación.
Los adultos a veces sin darnos cuenta o peor aún sabiendo, pueden convertirse en cómplices desde el momento de promover el consumismo de cierto calzado o tipo/marca de ropa, transmitiéndoles un sobrevalor a algo tan superficial.
Recordemos que los niños(as) aprenden por imitación y ejemplos. Así que los niños(as) van incorporando estas pautas como maneras de ser “ante los demás”. Son el reflejo de lo que nos sucede como sociedad, el cual es exactamente en reflejo de la propia familia.
Cuando optamos por vestir a las niñas como adolescentes, es como si exigiéramos que su infancia “pase ya”, que pase rápidamente y se pueda festejar determinadas conductas como «avanzadas» , «que demuestran más inteligencia»… nada mas equivocado que ello.
En el caso de las niñas por ejemplo, permitimos que accedan a contenidos de los medios de comunicación donde niñas son protagonistas de historias que no son acorde a su edad cronológica; vemos niñas convertidas en adolescentes, desde lo estético y desde la manera de relacionarse con los demás, poniendo la sexualidad (y no desde un sentido integral), como una manera de presentarse.
Lamentablemente, estos ejemplos de la industria de la moda, las niñas lo vivencian en su cotidianidad, la valoración de la mujer por su estética, por su apariencia, y donde el cuerpo parece una “herramienta” para obtener cosas, se genera una “cosificación de la mujer”.
Es esencial detenernos a pensar si los niñas están preparados emocionalmente a estos cambios inherentes a una sobrevaloración de seudovalores de esta posmodernidad, que pensemos las responsabilidades como adultos dentro de la sociedad frente a la niñez.
A veces las autoridades, grupos en las redes sociales y los propios miembros de nuestra comunidad se muestran preocupados por el como se trata a la mujer en la sociedad, como se la ve como objeto sexual, cuando lo ideal sería que cada uno desde su «trinchera» haga lo posible para que no se sexualice rápido a las niñas, dejarlas vivir su etapa, que sean niñas, por ejemplo, previamente elegir prendas acordes a su edad y así ayudarles a escoger su ropa, dentro de lo que les proponemos.
Recordemos los padres tienen la responsabilidad de sentar las bases para una correcta transición a la adolescencia y a la vida adulta cuidando que sus valores y formas de comportase en la sociedad reflejen el respecto, la modestia y así hacerse respetar como mujeres en el futuro.
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