La ciencia se inclina cada vez más por satisfacer las necesidades individuales de las personas en lugar de emplear el mismo medicamento o tratamiento para todos.

En cáncer, por ejemplo, se emplea la quimioterapia con resultados positivos para algunos, pero devastadores para otros, pues en muchos casos ese tratamiento no solo ataca las células malas, sino también las normales. Ante esta problemática, ha surgido la medicina personalizada, un tipo de atención que adapta el tratamiento a las características individuales de cada paciente, teniendo en cuenta su genética.

Países como EE.UU., Japón y Alemania ya han implementado este tipo de medicina, que en Latinoamérica es desarrollada por la empresa Foundation Medicine, la cual analiza el perfil genómico integral de cada persona y genera bases de datos útiles para atacar un cáncer, en base al análisis de 300 genes.

“Los avances en las pruebas genómicas permiten conocer las alteraciones precisas de cada tumor y elaborar terapias específicas contra esas alteraciones, de tal manera que dan a cada uno el tratamiento que necesita para atacar el tumor con mayor eficacia y menos toxicidad, en el momento adecuado”, explicó Clara Horsburgh, gerente médica de Roche Argentina. La experta indicó, sin embargo, que las pruebas genómicas aún no son aplicables a todos los tumores.

Actualmente se está aplicando en el tratamiento del cáncer de mama, en los casos en que se detecta la presencia de un receptor del factor de crecimiento HER2. También se está usando en los melanomas, en el cáncer de pulmón y en casos donde hay metástasis que no tiene explicación.

La experta refirió que ya hay casos de pacientes recuperadas tras haber recibido este tipo de terapia dirigida. “Lo mejor es que los tratamientos han atacado las células malignas, pero han dejado ilesas las células normales, lo cual no se da con la quimioterapia. Además, se han evitado las molestias gastrointestinales o la caída del cabello que causan los tratamientos convencionales”.

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