La hiperhidrosis es una enfermedad que se caracteriza por la excesiva sudoración en las palmas de las manos, axilas, cara, cuero cabelludo y en la planta de los pies.

Sus síntomas se incrementan considerablemente en verano, por lo que es muy importante realizar un diagnóstico precoz para seguir un tratamiento adecuado y poder controlarla.

Afecta a hombres y mujeres por igual. Suele iniciarse en la infancia o pubertad y en casos severos, altera la calidad de vida del paciente, causándole estrés, ansiedad, depresión y afectando sus relaciones sociales y laborales.

El doctor Juan Velásquez, de la clínica Ricardo Palma, explica que esta transpiración descontrolada no es originada por las altas temperaturas o por situaciones de tensión física o emocional sino que se manifiesta porque el organismo produce más sudor del necesario para regular la temperatura corporal.

Usar prendas frescas, conservar el ambiente fresco y ventilado, evitar el consumo de alcohol, café, alimentos picantes, reducir la tensión y mantener una buena higiene corporal son algunas pautas que pueden ayudar a evitar situaciones incómodas al paciente con hiperhidrosis.

Dependiendo del grado de hiperhidrosis, se recomienda un tratamiento dermatológico o quirúrgico para controlar los signos.

Velásquez sostiene que una alternativa es la cirugía toracoscópica, ambulatoria y efectiva en el 98% de los casos tratados. Sus efectos son inmediatos y produce el cese de la transpiración. Además, después de un par de días, el paciente puede retomar sus actividades diarias.

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