Entre 2005 y 2015, las personas en el mundo conviviendo con la depresión aumentaron en 18% y este desorden mental es la principal causa de discapacidad a nivel global, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hoy, un estudio dirigido por el Instituto Black Dog (Australia) de la Universidad del Sur de Gales y publicado en la revista American Journal of Psychiatry revela que la cura a ambos problemas es la misma: una sola hora de ejercicio regular a la semana puede prevenir la depresión. La actividad física contrae estos beneficios para la salud mental visto sin importar la edad o el sexo.

En el estudio, se analizó la información de 33,908 adultos noruegos, cuyos niveles de ejercicio y síntomas de depresión y ansiedad fueron monitoreados durante 11 años. Los investigadores utilizaron datos del estudio de salud del condado de Nord-Trøndelag (estudio HUNT), una de las encuestas de salud poblacionales más extensas y completas que se hayan llevado a cabo entre enero de 1984 y junio de 1997.

En el 12% de casos de depresión esta podría haberse evitado con solo una hora de actividad física cada semana. Los resultados además mostraron que las personas que informaron no hacer ejercicio en absoluto en la línea de base tuvieron un 44% más posibilidades de desarrollar depresión en comparación con aquellos que estaban ejerciendo de una a dos horas a la semana.

El profesor principal del instituto, Samuel Harvey, señala que su equipo aún está tratando de determinar exactamente por qué el ejercicio puede tener este efecto protector, “pero creemos que es a partir del impacto combinado de los diversos beneficios físicos y sociales de la actividad física”.

Integrar el ejercicio en terapias y campañas de salud mental probablemente que traigan substancial física y mental beneficios de la salud. El equipo de investigación también explicó las variables que podrían afectar la asociación entre el ejercicio y la enfermedad mental común.

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