Hace cincuenta años, las compañías tabacaleras empezaron a poner pequeños agujeros en los filtros de papel en sus cigarros. Las compañías afirmaron que estos nuevos cigarros de «alta ventilación» eran más saludables y más suaves y los lanzaron como «bajo en «alquitrán» y «bajo en calorías».

Hoy en día casi todos lo cigarros los tienen. Ahora, una nueva revisión de la investigación demuestra que los hoyitos no son más saludables, al contrario, existe la posibilidad de que hayan contribuido a un aumento en cierto tipo de cáncer de pulmón.

El cáncer se llama adenocarcinoma, y se produce en los pulmones. Hoy en día es el tipo de cáncer de pulmón más común, pero ese no siempre ha sido el caso. En los últimos 50 años, otros tipos de cáncer de pulmón se han reducido a medida que las tasas de tabaquismo han disminuido, pero, extrañamente, los casos de adenocarcinoma de pulmón han aumentado.

Los investigadores del Centro Integral de Cáncer de la Universidad Estatal de Ohio y otras cinco universidades querían saber por qué. Examinaron los datos existentes, estudios de química y toxicología, ensayos clínicos humanos y estudios epidemiológicos, e incluso documentos internos de la compañía del tabaco, y descubrieron lo que creen que es el culpable de las tasas de adenocarcinoma pulmonar.

Las investigaciones muestran que los orificios de ventilación del filtro hacen que el tabaco se queme más lento y a una temperatura más baja, lo que en realidad lleva a cantidades relativamente mayores de sustancias tóxicas en el humo. El filtro bloquea parte de la nicotina adictiva y los hoyos para atenuar el humo con el aire, por eso algunos fumadores lo compensan dando golpes más largos, y más profundos para sacar más nicotina. Los químicos se filtran más profundo en los pulmones donde los adenocarcinomas ocurren con más frecuencia.

El equipo quiere que la Administración de Alimentos y Medicamentos regule los orificios o los elimine por completo. Shields escribió para The Hill diciendo que la FDA está dentro de su jurisdicción para hacerlo.

Shields añadió en un comunicado que su equipo cree que la eliminación de los agujeros «reduciría el uso y la toxicidad de los cigarros convencionales, e impulsaría a los fumadores a dejar de fumar o a usar productos menos dañinos».

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