El teletrabajo es la modalidad de trabajo a distancia, es el hecho de trabajar en un lugar diferente de la oficina. Abarca las actividades laborales por cuenta ajena realizadas total y parcialmente fuera de las empresas, el trabajo en casa o desde centros específicos y el trabajo móvil o nómada de aquellos trabajadores cuya actividad requiere desplazamientos permanentes. El teletrabajo se realiza a distancia, por lo que se puede hacer en la propia casa, en casa de familiares y amigos, en un cibercafé o incluso en un bar, en cualquier sitio distinto de la oficina.
Dentro del concepto de teletrabajo se incluyen también las actividades por cuenta propia realizadas para clientes distantes utilizando las telecomunicaciones.
Se puede teletrabajar mediante contrato por obra o servicio, a tiempo parcial o completo, en nómina, como colaborador o en forma independiente, estos es, con las mismas modalidades de contratación que en el trabajo tradicional.
Existen muchas tareas que no son necesariamente por qué ser ejecutadas en una oficina ni requieren la presencia del trabajador en el puesto del trabajo, por lo que se pueden realizar en un lugar distinto de la oficina. También la incorporación de nuevas formas de comunicación permite facilitar las tareas y ejecutar el trabajo satisfactoriamente.
Las nuevas tecnologías son la base más importante del teletrabajo, ya que se facilita la realización de las tareas por medio de esto. Las tecnologías que pueden ayudar son teléfonos móviles (especialmente smartphones), fax, internet, sistemas de videoconferencia y llamadas voip, etc. Además, por medio de software y otras herramientas se tiene acceso a bases de datos, transferencia de datos, reuniones virtuales y mucho más.
El teletrabajo consiste en una nueva forma de trabajar organizada de manera diferente, en que es la persona la que puede marcar mucho mejor sus horarios y formas de trabajar para llegar a realizar satisfactoriamente las funciones que se tienen que hacer para la empresa o negocio.
Cada vez son más las empresas que se adaptan a los nuevos tiempos y ofrecen la modalidad del teletrabajo como una posibilidad de algunos días, e incluso en algunos casos de forma total, ya que las nuevas tecnologías permiten realizarlo y la empresa también gana con ello ya que tienen las cosas hechas ahorrando en costos que asume el trabajador.
La actual expansión del teletrabajo es el resultado de dos factores que se interrelacionan de forma dinámica: la aplicación laboral de las tecnologías de la información y la existencia de una infraestructura de telecomunicaciones razonablemente avanzada.
El teletrabajo se fundamenta en el uso intensivo de internet y de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) para llevar a cabo tareas, asignaciones o proyectos desde el lugar y el horario que así convenga el colaborador junto con su empresa.
Con el teletrabajo, las organizaciones modernas se convierten en entidades más ágiles y más expeditas, pues su principio fundamental es la desconcentración y la simplificación de las estructuras productivas de una organización.
Ventajas e inconvenientes del teletrabajo
Ventajas:
El teletrabajo ofrece al trabajador suelen citarse la mayor flexibilidad de horario, la mayor autonomía en la organización del propio trabajo, el ahorro de tiempo y dinero en los desplazamientos, la posibilidad de pasar más tiempo con la familia, el mejor acceso a la formación (por medio de la teleformación), con la ventaja añadida de que se aprende a través del medio con que se va a trabajar, y la oportunidad de trabajar de forma autónoma con una inversión pequeña, en comparación con otros tipos de actividades empresariales.
Inconvenientes:
El aislamiento social, el temor al fracaso o sobre la calidad del trabajo, debido a la ausencia de un soporte laboral inmediato y a la dificultad para efectuar consultas, la adicción al trabajo, el stress, la inseguridad respecto a su estatus social, y el peligro de que, como ocurrió con el tradicional trabajo a domicilio, la fórmula se convierta en una bolsa de subempleo, marginalidad y economía sumergida. En el caso de los teletrabajadores que trabajan en su domicilio, la difícil separación entre trabajo y vida privada o familiar puede producir conflictos, especialmente cuando los espacios disponibles en el domicilio familiar son reducidos y no existe la posibilidad de crear espacios diferenciados para el teletrabajo.
Para contrarrestar los posibles efectos negativos hay soluciones organizativas, que van desde la realización de reuniones periódicas obligatorias hasta la constitución de asociaciones con fines informativos y lúdicos. En el caso de teletrabajadores por cuenta ajena, la alternativa que ha mostrado mayor efectividad ha sido la elaboración de una composición mixta de actividad, alternando el trabajo en el domicilio y en la oficina.
En cualquier caso, para trabajar eficazmente desde el propio domicilio es necesario tener resueltos al menos dos problemas: uno de carácter logístico y otro de carácter organizativo. El problema logístico consiste en disponer de un mínimo de metros cuadrados para dedicar a la «oficina de teletrabajo» (el 80 por cien de los teletrabajadores europeos no tienen una habitación dedicada exclusivamente a su actividad profesional). El organizativo, en dejar bien claro que el hogar deja de ser el hogar para convertirse en el «hogar-oficina», lo que obliga a renegociar la distribución de las tareas domésticas y el tiempo que se dedica al trabajo y al resto de las actividades hogareñas.
Como es obvio, las personas con discapacidad pueden experimentar también, como el resto de los ciudadanos, los inconvenientes que pueden derivarse de una mala organización del teletrabajo. En concreto, se ha argumentado desde diversos frentes que el teletrabajo podría contribuir a incrementar el aislamiento de las personas con discapacidad. Pero ésa parece ser una creencia errónea pues, por una parte, el teletrabajo no implica necesariamente, como ya se ha indicado, el trabajo desde el hogar, y, por otra, como señala un discapacitado que es a la vez teletrabajador, el mero hecho de poder realizar tareas laborales puede suponer un importante incremento de calidad de vida para aquellas personas que no pueden moverse de su casa, y en el caso de personas que sí pueden hacerlo el hecho de trabajar en casa no implica necesariamente que haya ausencia de contacto personal.
La opción por el teletrabajo no tiene, pues, por qué implicar un mayor aislamiento de las personas discapacitadas, ya que el teletrabajo se podrá ver siempre compensado y complementado con reuniones y contactos de tipo personal. Por otra parte, permite a las personas con discapacidad trabajar en un entorno menos hostil y más adaptado a las necesidades de cada uno.
Fuente: Internet
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