La Casa de Mayorazgo del Facalá es un edificio histórico ubicado en el centro de Trujillo, en el Jirón Francisco Pizarro 314, a dos cuadras de la Plaza de Armas. Se encuentra declarada como Monumento Historico integrante del Patrimonio Cultural de la Nación, mediante Resolución Suprema N° 2900-72-ED de fecha 28 de Diciembre de 1972.
Ocupa parte del solar que correspondió a Melchor Verdugo, quién fue uno de los primeros vecinos de la ciudad, durante el siglo XVII el solar posterior permaneció “eriazo”. La casona se edificó poco después de 1709 por Bartolomé Tinoco Cavero, poseedor del Mayorazgo de Facalá en el valle Chicama. La casona fue residencia de los que sucedieron en el Mayorazgo hasta la independencia.
La Casa de Mayorazgo del Facalá resalta en la historia de Trujillo, porque a fines de 1820 doña Micaela Muñoz Cañete tuvo el orgullo de bordar la primera bandera peruana. En la noche del 28 de diciembre fue velada por estudiantes del Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo, bandera que flameó de manera gloriosa, cuando se proclamó la independencia el 29 de diciembre de 1820, siendo Trujillo la primera ciudad en proclamar la independencia.
Luego la casona vino a menos y en 1900 fue subdividido un sector donde se edificaron los altos. En estado muy deteriorado la casona fue comprada por don Jaime de Orbegoso en 1950, quien llevó a cabo una notable obra de reconstrucción, la llevó a su aspecto actual y le devolvió su antiguo esplendor. Se cambió la fachada, levantando una gran coronación al estilo neocolonial, se colocó un nuevo balcón de esquina, tres ventanas voladas con rejas de fierro y en el patio destaca la estatua de Cristobal Colón, hecha en mármol de Carrara. En 1966 fue traída la higuera de Palacio de Gobierno, enviada por Fernando Belaunde.
En 1991 la casa es adquirida por el Banco Wiese y termina su restauración, la casa cumplió funciones bancarias y para auspiciar diversas actividades culturales. En diciembre del 2005 es adquirida por el Banco Scotiabank, se realizan trabajos de conservación, manteniendo este monumento histórico en estado óptimo. La casona no está abierta al público, pero sí se realizan eventos sociales.