A Marzo del 2015, más del 50% de los niños en el Perú menores de un año de edad son anémicos o padecen de anemia ferropénica por deficiencia de hierro, según Erika Katiuska Noriega Cabrera, hemato-oncólogo pediatra de la Universidad Cayetano Heredia.
Todo el mundo piensa que el niño sufre de anemia por que no come en las etapas de desarrollo como nacido o por no darle los alimentos que debería recibir el niño. Sin embargo el problema se da mucho antes, generalmente las madres embarazadas en nuestro país tienen deficiencia de anemia, pues en el último trimestre de la gestación el hierro de la madre se va fijando en el hígado del feto, pero cuando no hay hierro los niños nacen con anemia, por ello antes del año del bebé la madre debe procurar alimentarlos con leche materna.
La anemia en los bebés y embarazadas
El primer paso para prevenir la anemia en los bebés es evitar que la madre embarazada presente una falta de hierro y, por tanto, anemia. Para saber si una mujer embarazada tiene anemia sólo se necesita realizar un análisis de sangre, a través los controles prenatales periódicos.
Cuando el bebé nace, la nueva mamá debe cuidar también de su salud para asegurar la lactancia materna, al menos, durante los primeros 6 meses de vida de su pequeño. En los casos de lactancia artificial, las fórmulas de leche infantiles incorporan un complemento de hierro para alimentar al bebé. A partir de ese momento, el control del hierro en el torrente sanguíneo del bebé se realiza sólo a través de la alimentación.
Lograr una alimentación adecuada, equilibrada y rica en nutrientes es una base esencial para el buen crecimiento y desarrollo del bebé. Para que esta alimentación sea completa no deben faltar en la dieta del bebé proteínas, hidratos de carbono y grasas, así como vitaminas y minerales.
En los casos de bebés prematuros, es recomendable utilizar un suplemento de hierro como prevención, siempre que el pediatra lo vea necesario. Otra medida importante sería descartar periódicamente la existencia de parásitos intestinales mediante un análisis de heces rutinario. El control pediátrico en estos casos es más que necesario.
Cuando el niño nace prematuro debe recibir suplemento de hierro desde los dos meses hasta los dos años. Además es recomendable disminuir el consumo puro de leche entera o de fórmula.
Aunque la leche de fórmula tiene 120 mg. de hierro, su biodisponibilidad o capacidad de absorción es apenas de un 4 o 5%, mientras que la leche materna tiene 80 o 90 mg. de hierro, pero su biodisponibilidad está por encima del 60 o 70%.
Recomendó que los niños menores de un año no tomen leche entera y que consuman leche de fórmula solo cuando las madres no puedan alimentarlos con leche materna, que es lo más beneficioso durante el primer año del menor.
Anemia en Niños
Cuando un niño esta con anemia es la palidez de la piel y de las mucosas la primera señal de manifestación de esta deficiencia alimenticia, también pueden padecer de astenia o ser niños que realizan poca actividad física o se quedan dormidos con facilidad. Según recientes estudios otros síntomas a evaluar son la hiperactividad y la pobre atención escolar.
La anemia también produce “bajo rendimiento escolar, niños que no desarrollan su capacidad cognitiva, retardo en el crecimiento o niños más pequeños que no logran un desarrollo adecuado, niños con pensamiento más lento. Estos síntomas van a permanecer hasta adultos”, concluyó.
Si tu hijo tiene anemia es probable que él se sienta muy fatigado y cansado, y que tenga muchos dolores de cabeza. Estos son los primeros síntomas de la falta de hierro en su organismo. ¿Cómo evitar y combatir la anemia? Pues con una buena dieta que contenga alimentos ricos en hierro.
Se está demostrado que los niños menores de un año que toman 700 ml. o tres vasos de leche entera o de fórmula tienen mayor propensión de padecer anemia ferropénica y además destacó dos periodos de crecimiento rápido en que los niños suelen tener anemia.
Todo niño tiene anemia durante las etapas de crecimiento rápido, entre uno y cinco años y diez a trece años. Es cuando el menor debe consumir suplementos de hierro para evitar tener anemia.
Alimentos ricos en hierro para combatir la anemia infantil
Además del consumo de leche materna durante el primer año, el niño después del año debe consumir ciertos alimentos ricos en hierro como carnes rojas, vegetales verdes de preferencia brócoli y espinaca, y los cereales o luminosas como lentejas, alverjas verdes, etcétera.
El hierro es un mineral necesario para la producción de sangre y el funcionamiento de los órganos vitales. Cada glóbulo rojo contiene hierro en su hemoglobina, que es la molécula que lleva oxígeno a los tejidos de los pulmones. Las células rojas de la sangre son necesarias para llevar oxígeno a través del cuerpo. Una falta de hierro hace que las células y los tejidos reciban menos oxígeno, afectando su funcionamiento, y a eso llamamos anemia, que es una deficiencia nutricional muy común en niños.
El hierro es un mineral que abunda en la carne de vacuno, ave y en el pescado. Además, el hierro que proviene de los productos animales se absorbe mejor que el hierro procedente de los productos vegetales, que aunque en menor cantidad, también está presente en algunos alimentos. En general, las fuentes más ricas en hierro se encuentran en alimentos como:
– Carne de res, de cordero, y otras carnes rojas son muy ricas en hierro.
– Huevos. Cada huevo contiene 1 mg de hierro. Por lo tanto, son muy beneficiosos para evitar la anemia.
– Mariscos. Los mariscos de concha como los mejillones, almejas, ostras y berberechos, son ricos en hierro.
– Pescado. El pescado también ayuda en la prevención de la anemia, ya que contiene hierro. Algunos de los peces grasos como salmón, el atún y las sardinas, son muy recomendables.
– Vísceras. El Hígado de ternera, mollejas, así como el corazón, también contienen altas cantidades de hierro, aunque su teor de grasa sea más grande.
– Legumbres: alubias, lentejas, garbanzos y soja no deben faltar en la dieta para un niño con anemia.
– Frutos secos: Los cacahuetes y las nueces son grandes alimentos en el combate a la anemia.
– Verduras: guisantes, brócoli, coliflor y remolacha… son verduras ricas en hierro. Además, contienen vitamina B12 y ácido fólico, nutrientes que colaboran en la recuperación de la anemia. Todas las verduras de hoja verde oscuro también son muy recomendables. Las espinacas, por ejemplo.
– Frutas: Uvas, mangos, uvas, manzanas… son frutas ideales para tratar la anemia de los niños.
Una anemia no tratada puede traer secuelas lamentables. No existe nada mejor para evitar la anemia infantil que una buena, variada, y equilibrada alimentación.
Tan importante como el alimento que nos llevamos a la boca, es su forma de absorción. La absorción de hierro es más efectiva cuando es ingerido en la misma digestión con el ácido ascórbico o ácido cítrico. La vitamina C, que se encuentra por ejemplo en la naranja y en el limón, mejora la absorción del hierro de los alimentos.
Según algunos expertos en el tema, algunos tipos de infusiones, así como la leche de vaca en la misma digestión, pueden inhibir la absorción de hierro. Por este motivo, a la hora de comer un buen filete, por ejemplo, acompáñalo de un zumo de naranja o una fruta entera y evita los lácteos (queso, yogures, flanes, natillas…) en la misma comida.
Asi mismo, la vitamina C ayuda a fijar el hierro. Si un niño de diez meses toma hierro en gotas es mejor dárselo con algún tipo de cítrico porque va a ayudar a su absorción.
Es bien sabido que el pediatra es quien establece el tratamiento de un niño con anemia ferropénica o deficiencia de hierro, el cual consiste en administrarle al menor sales o compuestos ferrosos y debe durar como mínimo tres meses hasta uno o dos años para obtener resultados favorables.
Fuente: Internet
Click aquí: «Lo que debes conocer sobre la lactancia materna».
Click aquí para ver el vídeo: «Combata la anemia con medicina natural».