El pescado es un alimento altamente recomendado por ser fuente de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas necesarios para el ser humano.
La Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), sin embargo, ha dado nuevas recomendaciones sobre su consumo, debido a que algunas especies están más expuestas al mercurio.
«En poco más de 100 años el ser humano ha contaminado tanto los océanos, que los peces que viven allí tienen en su carne enormes cantidades de mercurio, que de ser consumido -especialmente- por mujeres en gestación va a causar serios problemas en el feto», comentó Elmer Huerta.
La FDA elaboró una tabla con las alternativas de pescado más sugeridas y detalló con qué frecuencia comerlas. Por ejemplo, la sardina, la corvina, el salmón o la merluza figuran entre las «mejores opciones» para un consumo sugerido de 2 a 3 porciones por semana. En tanto que la caballa, el mero, el pez azul o el bacalao negro son «buenas opciones» si se come una porción por semana.
La OMS coloca al mercurio entre los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública. La FDA, en sus nuevas recomendaciones, advierte que entre las especies más contaminadas están el tiburón, el pez espada y el atún de ojos grandes.
El pescado ayuda al crecimiento y desarrollo de los niños, es un alimento sugerido en mujeres en edad reproductiva (aproximadamente entre los 16 y los 49 años de edad), especial para las embarazadas y las que están amamantando.
«El pescado es provechoso tanto para la madre como para el desarrollo cerebral del bebé, al mejorar su función cognitiva y neurológica. Además ayuda al buen desarrollo de la visión», destaca la nutricionista peruana Sara Abu Sabbah.
Su contenido de omega 3, un ácido graso esencial que el cuerpo no produce por sí solo, interviene en el desarrollo de las neuronas del cerebro y disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares, porque tiene la capacidad de bajar los niveles de colesterol en sangre.
