Gracias a su alto contenido de fibra que “barre” los depósitos de grasa que se acumulan en las arterias del corazón, la avena es un excelente aliado para prevenir los problemas cardiacos y de colesterol.
Cuida el corazón: “El corazón se beneficia con el consumo de este cereal pues contiene ácido omega 3 y linoleicos, conocidos como grasas buenas, las cuales ayudan a reducir el colesterol malo (LDL), ello favorece al corazón y cerebro”, detalló la licenciada Nancy García Lombardi, nutricionista del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud.
Previene el cáncer: Este cereal contiene fitoquímicos que reducen a más de 10 % la posibilidad de desarrollar cáncer de colon y mama.
Ideal para diabéticos: Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Y si se usa en cantidades adecuadas, mejora la digestión y mantiene estable el nivel de glicemia (cantidad de azúcar en sangre), indicó la especialista.
Te limpia: La avena es depurativa y gracias a los aminoácidos que contiene ayuda a la estimulación de la producción de lecitina (que sirve para la eliminación de los depósitos grasos) en el hígado, lo que contribuye a eliminar las toxinas del organismo, explicó la nutricionista de EsSalud.
Evita la osteoporosis: La avena posee los niveles de calcio necesarios para una buena salud ósea, lo cual evita la desmineralización; además, su aporte de yodo previene problemas de tiroides, sobre todo el hipotiroidismo.
Para bajar de peso: Este cereal cubre hasta el 40 % de nuestras necesidades diarias de vitamina B1 esencial para el funcionamiento del sistema nervioso, además favorece la digestión.
La avena, además, al contener fibra actúa como regulador metabólico, y contribuye a reducir grasas nocivas del organismo.
La avena produce sensación de saciedad, por ello, ayuda en la reducción de peso y es efectiva porque la avena elimina elementos sobrantes del organismo como las grasas poco saludables acumuladas con el tiempo, pero no quita los carbohidratos que el cuerpo requiere para conseguir energía.