¿Podemos retirarnos la mascarilla en lugares abiertos? Hablan los especialistas del INS

El retiro de la mascarilla en lugares abiertos y cerrados es una medida implementada en algunos países ante el descenso de contagios de covid-19 en el mundo. ¿Los peruanos deberíamos ya dejar de usarla?

“Esta es una propuesta controversial. En ambientes abiertos, bien ventilados, como un parque, es verdad que el contagio es menor y sí podríamos dejar de usar mascarilla. Desde el punto de vista técnico es una posibilidad. El problema es que nosotros los peruanos tendemos a generalizar las actitudes (y eso puede ser peligroso)”, indicó Lely Solari, médico infectóloga del Instituto Nacional de Salud (INS), en entrevista con Andina al Día.

Explicó que si se eliminara el uso de mascarilla de forma generalizada lo más probable es que la gente no la use donde debe, es decir en lugares de gran aglomeración, como un banco, entre otros.

Somos “un poquito desorganizados todavía” y esas esa es una de las razones por las que el Minsa (Ministerio de Salud) no retira el uso de las mascarillas de forma generalizada.

“Hay otros países como Dinamarca o Reino Unido que de un momento a otro dejaron de usar la mascarilla, dejaron de impulsar el distanciamiento físico y han tenido rebrotes de BA.2 (sublinaje de la variante ómicron). Así que una medida de este tipo debe ser bien analizada”. sostuvo.

La pandemia no ha terminado

La médica infectóloga del INS recordó a la población que si bien las cifras de contagios están disminuyendo en todo el país eso no significa que la pandemia haya terminado.

“Muchos dicen ya termina la tercera ola y ya termina la pandemia, pero esto no es equivalente. En estos momentos nuestro porcentaje de positividad está entre el 3 % y 4 %, eso ya nos da confianza de decir que estamos entrando al final de la tercera ola, pero no al final de la pandemia, porque la circulación del virus continúa”.

Consideró muy posible que el covid-19 adopte una conducta estacional, con un incremento de casos y de fallecidos cada cierto tiempo, pero también con periodos o meses más tranquilos, a menos que surja una variante inesperada.

“El virus está evolucionando hacia variantes que producen más síntomas respiratorios altos, como garganta, nariz y menos afinidad por el pulmón. Eso es muy particular de ómicron, pero eso no quiere decir que no se produzca daño pulmonar, porque hemos tenido unos 10,000 fallecidos en la tercera ola, básicamente por esta variante”.

Sobre la subvariante BA.2, dijo que hay una mayor presencia de casos en el país. En un primer momento se registraban 1 a dos por semana y ahora son entre 8 a 10.

Las vacunas cambiaron la historia

“De todas las herramientas para enfrentar la pandemia: la mascarilla, la distancia física, el lavado de manos y otras, la vacuna es la única que ha cambiado la historia. Ha sido la herramienta que ha salvado a miles, millones de personas de morir”, destacó la especialista del INS.

Consideró que la mala información que ha estado circulando y temas religiosos están influyendo en algunas personas para no ponérsela, pero pidió tener presente que la vida es una sola y debemos cuidarla con lo mejor que tengamos, y la vacuna lo es. Hay mucha evidencia científica de ello.

Tercera dosis

Lely Solari aclaró que la tercera dosis ya ha dejado de ser un refuerzo para ser parte del esquema regular de vacunación frente al covid-19 y aquellos que aún no la han recibido deben buscarla cuanto antes para estar protegidos.

“La tercera dosis hace una gran diferencia sobre todo entre los mayores de 50 a 60 años, no solo contra infección sino contra mortalidad. La tercera dosis ha sido clave en la prevención de muerte en la ola ómicron, por tanto, ya no es un refuerzo, es necesaria e indispensable”.

Refirió que probablemente las personas inmunodeprimidas y muy mayores, más de 70 años, con neoplasias o un sistema inmune deprimido, requieran recibir más adelante la cuarta dosis o un refuerzo de la vacuna cada seis meses o cada año, pero eso está en estudio.

Comentarios