El consumo de tabaco triplica el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pero en el caso de las mujeres jóvenes, este riesgo se incrementa en 20 veces si, además de fumar, toman anticonceptivos, alertó especialista del Ministerio de Salud (Minsa).

Victoria Armas Rodríguez, jefa del Servicio de Cardiología del hospital Loayza, detalló que las enfermedades cardiovasculares como obstrucción de los vasos sanguíneos e infarto agudo al miocardio son más agudas por el consumo de cigarrillo, ya que sus componentes, entre los cuales está la nicotina y el monóxido de carbono, dañan el corazón.

Además del daño a los vasos sanguíneos, también se producen efectos procoagulantes, haciendo que la persona que fuma sea más propensa a presentar hipercoagulabilidad, es decir que la sangre no fluya con normalidad y se genera la formación de coágulos, ello por efecto de la nicotina.

Dijo que, en su experiencia en el Servicio de Cardiología del hospital Loayza, ha visto pacientes fumadores que tenían las arterias obstruidas hasta en un 80%, debido al cigarrillo. Armas Rodríguez informó también que el tabaco favorece la aparición de la hipertensión arterial, ya que el cigarrillo, al bloquear el vaso sanguíneo, obliga a que el corazón genere mayor presión para permitir que fluya la sangre.

“A mis pacientes les digo que con el tabaco la tolerancia es cero. Cero tabaco, incluso en su entorno porque de nada sirve que no fume si en la oficina o en la casa hay fumadores y se expone a ese humo”, enfatiza Armas. Agrega que es necesario tener en cuenta que los cambios (en el sistema cardiovascular) se generan inmediatamente después del ingreso de la nicotina al organismo.

Entre las pruebas que puede realizarse un fumador o una persona que está constantemente expuesta al humo de cigarrillo están el electrocardiograma y la prueba de esfuerzo. Además, mediante el Doppler carotideo es posible saber cómo están los vasos sanguíneos.

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