Con emotivas muestras de amor miles de personas participaron de la Solemnidad del Corpus Christi que como todos los años se realiza en la Plaza de Armas de Trujillo dando un fiel testimonio de fe y devoción al Señor presente en la Hostia Consagrada, durante el Corpus Christi Arquidiocesano.
Esta solemne ceremonia se inició con la Celebración Eucarística, presidida por el Arzobispo de Trujillo, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., y concelebrada por obispos invitados y sacerdotes de nuestra y otras jurisdicciones eclesiásticas.
Durante su homilía el pastor de la grey trujillana recordó que Jesucristo no se ha ido definitivamente, sino que se ha quedado con nosotros, no sujeto ni al tiempo ni al espacio, porque él es dueño de la vida, de la historia del tiempo y de la eternidad.
Asimismo evocó las palabras de Cristo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Quien come mi carne y bebe mi sangre no morirá para siempre, sino que tendrá vida eterna”.
Hay que indicar que el Corpus Christi salió en procesión sobre las nuevas andas preparadas para la ocasión y sobre las más de 40 alfombras elaboradas por alumnos e instituciones públicas y privadas.