Con mayor frecuencia es común ver a niños, adolescentes y adultos con pronunciadas manchas oscuras en el cuello acompañadas de pequeñas verrugitas, algo que en ocasiones se confunde con suciedad; sin embargo, se trata de la temida acantosis nigricans.
Según el doctor Edward Quintanilla, endocrinólogo de EsSalud, la acantosis se localiza principalmente en las áreas flexibles y pliegues del cuerpo, como cuello, axilas, nudillos, y en casos extremos en la mucosa oral, labios, las palmas de las manos, plantas de los pies u otras áreas.
La detección de la acantosis nigricans ha cobrado importancia en los últimos años, pues aunque es un problema que solo genera incomodidad estética a quien la padece, su origen se vincula con desórdenes internos responsables de enfermedades de obesidad y circulatorias, que en etapas avanzadas, pueden provocar el taponamiento o ruptura de arterias, lo que se traduce en infartos de corazón y cerebro.
El endocrinólogo indicó que la acantosis se debe a la resistencia a la insulina, lo cual es el primer paso antes de la temible diabetes, pero si se diagnostica a tiempo se puede prevenir.
Explicó que quienes presentan estos síntomas, tienen que cambiar su estilo de vida, es decir, evitar las bebidas con azúcar, incluso los jugos naturales, ya que por lo general tienen poca fibra y además porque la fruta es mejor comerla en su presentación natural.
Asimismo, el especialista precisó que el ejercicio ayuda a que la insulina trabaje mejor en los tejidos musculares, aunque también sugirió las pequeñas caminatas de 15 a 20 minutos, ya que harán que el cuerpo sea más sensible a la insulina.