A medida que las personas adultas aprenden a leer, su cerebro sufre profundos cambios en distintas estructuras, sostiene un estudio publicado en la revista Science Advances.
Estudios previos habían mostrado que este aprendizaje modifica la corteza, la zona más superficial del cerebro, pero esta investigación realizada por el Instituto Max Planck de Psicolingüística, de los Países Bajos, postula que también sufren cambios otras estructuras como el tálamo y el tronco del encéfalo.
Falk Huettig, uno de los investigadores que lideró este trabajo, contó que el equipo buscaba replicar los resultados de esos estudios previos.
Los científicos trabajaron con personas de la India, un país en el que un tercio de la población es analfabeta. Luego de unos meses, vieron que los cambios en la corteza cerebral efectivamente se producían, pero también observaron que el proceso de aprendizaje llevaba a una reorganización que se extendía a estructuras más profundas.
«Encontramos que mientras más se alineaban las señales entre las dos regiones del cerebro, mejor era la capacidad de lectura», agregó.
Para los investigadores, parece que estos dos sistemas «afinan su comunicación» a medida que las personas son más capaces en la lectura.
«La trascendencia social de este tipo de investigaciones es enorme. Miles de millones de adultos son completamente analfabetos en todo el mundo, necesitamos entender qué tan flexible es el cerebro adulto para adquirir una capacidad muy compleja como es leer en la vida adulta, para poder crear programas de alfabetización con mejor probabilidad de tener éxito para ayudar a esa gente», agregó.
Los investigadores ahora planean un estudio que directamente compare la adquisición de la capacidad de lectura en la infancia y en la edad adulta y han comenzado un trabajo para evaluar el aprendizaje de habilidades matemáticas.