Los científicos australianos Barry Marshall y Robin Warren descubrían una bacteria con forma de espiral que habitaba el estómago de pacientes que padecían de gastritis y úlceras estomacales.
Sospechaban que el microbio era el responsable pero la comunidad médica rechazaba mayoritariamente esta hipótesis, para ellos, las úlceras eran causadas por el estrés y estas bacterias invadían posteriormente la zona afectada.
Investigadores de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (DIGESA) realizaron una investigación cuyo objetivo fue determinar si había presencia de una bacteria llamada ‘Helicobacter pylori’ en el agua potable.
Se ha demostrado también que ‘H. pylori’ puede provocar cáncer de estómago, que es el tercero más frecuente en el país, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.
Los resultados mostraron que la quinta parte (49 de 241) de las muestras analizadas tenían niveles detectables de ADN de H. pylori. Además observó que la presencia de la bacteria se reducía a medida que la temperatura del agua aumentaba y el pH disminuía.
Esta información es muy importante para que las personas tomen conciencia de hervir el agua antes de consumirla y evitar caer en modas absurdas como consumir agua cruda, por más embotellada que venga.