Los jabones antibacteriales se promocionan como un escudo contra los gérmenes, sin embargo, las investigaciones advierten el riesgo de uno de sus componentes: el triclosán.
Las primeras alertas en el uso de triclosán partieron de estudios hechos en animales. Fernando Guzmán, representante del colegio de químico farmacéutico del Perú, explica qué advertencias son conocidas:
“Puede producir alguna disminución en lo que se refiere a la capacidad motora, es decir, afecta directamente al músculo. También se ha demostrado que puede tener efectos sobre la hormona reproductora”.
Si bien en la actualidad no hay estudios concluyentes sobre peligros a la salud en humanos, sí existe un control en los niveles de concentración del químico triclosán. En el caso del Perú la autoridad reguladora es Digemid (Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas).
La dermatóloga de EsSalud Giuliana Nieto, precisa que su uso continuo podría eliminar la barrera protectora de la piel y exponernos a infecciones o problemas cutáneos. “En las personas que son sensibles puede producir dermatitis de contacto, es decir, la piel de las manos se pone roja, se inflama, puede incluso fisurarse y ser una puerta de entrada para gérmenes”.
Hay que tener en cuenta que el triclosán no solo está en jabones, también está presente en otros productos, como los enjuagues bucales, pastas dentales y geles antibacterianos.
La Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Unión Europea (UE) están investigando para demostrar la seguridad del producto o -en su defecto- retirarlo del mercado.