El colágeno, presente en la piel, huesos, ligamentos, tendones y cartílagos, es un componente fundamental del cuerpo humano.
El colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo. Se encarga de unir los tejidos conectivos (músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos).
Esta función consiste en la formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo; por lo tanto, es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.
La fibra de colágeno tiene la capacidad de mezclarse con muchos tipos de sustancias y minerales: en el caso de los huesos, la combinación del colágeno con cristales de calcio permite la formación de una estructura dura y rígida; en la piel, se mezcla con la elastina y la estructura resultante tiene forma de red; en el caso de los cartílagos, se combina también con elastina y con otro tipo de sustancias y forma un gel que absorbe los impactos producidos por los movimientos de las articulaciones. Esto ocurre con todas las estructuras y tejidos del cuerpo.
A medida que pasan los años y el cuerpo envejece, la producción de colágeno se va reduciendo gradualmente. Se calcula que a los 40 años el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia. Esta reducción en los niveles de producción provoca, entre otras cosas, la pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, dolores en las articulaciones y músculos, osteoporosis, deterioro en la vista, deficiencias circulatorias, molestias en dientes y encías, etcétera; es decir, el deterioro propio de la vejez.
El colágeno es la molécula proteica más abundante en los vertebrados y se calcula que una de cada cuatro proteínas del cuerpo es colágeno, es decir, aproximadamente el 7% de la masa corporal de un ser humano.
El colágeno y las partes del cuerpo
- Colágeno y la piel: Crea y mantiene las estructuras de los tejidos que forman el organismo, incluida la piel, por lo que tiene una importancia decisiva en propiedades como la firmeza y flexibilidad. El aspecto de la piel, las uñas o el cabello dependen considerablemente de esta proteína. Aunque la producción de colágeno se reduce irremediablemente con la edad, existen una serie de remedios que ayudan, en cierto grado, a restaurar los niveles de esta sustancia en el cuerpo. En ocasiones, a la hora de tomar colágeno también se hacen distinciones entre la proteína procedente de animales y la que procede de los peces, que se conoce como colágeno marino.
- Colágeno y los músculos: El colágeno junto al magnesio, contribuye al correcto funcionamiento de músculos y ligamentos. Esto se debe a que el magnesio es un mineral que interviene en el proceso de formación de las proteínas, por lo que favorece el efecto del colágeno. Así mismo su acción con el ácido hialurónico también tiene efectos positivos sobre músculos y articulaciones.
- Colagéno y las articulaciones: Ayuda a recuperar la elasticidad, disminuyendo el dolor y mejorando la movilidad de las articulaciones. Por cierto , está demás decir que ayuda a prevenir lesiones deportivas, como distensiones y tendinitis.
Fuente: Internet
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