Dos estudios del gobierno de Estados Unidos en los que bombardearon a ratones con radiación de teléfonos celulares hallaron una leve relación con algunos tumores cardiacos, pero los científicos aseguran que no hay nada qué temer, que el uso de los dispositivos es seguro.

Estudios previos a usuarios de teléfonos celulares habían encontrado pocos motivos de preocupación, pero el nuevo estudio analizó a detalle los efectos de dosis extremadamente elevadas en animales para abordar algunas de cuestiones persistentes que no podrían ser probadas en humanos.

El estudio publicado halló un leve incremento en un tipo inusual de tumor cardiaco en los machos, pero no se presentaron problemas serios en las hembras o en un estudio por separado en ratones. En particular, los científicos no pudieron encontrar evidencia concerniente a tumores cerebrales.

El investigador al frente del estudio, John Bucher, del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, no piensa modificar su uso del celular ni aconsejará a su familia a hacerlo.

«Estos reportes en borrador crean mucha preocupación, pero de hecho no cambian lo que le digo a la gente. La evidencia de una relación entre los teléfonos celulares y el cáncer es débil. Y hasta ahora, no hemos visto un mayor riesgo de cáncer en las personas. Pero si les preocupan estos datos sobre animales, usen un auricular».

La agencia de Bucher realizó el estudio de 25 millones de dólares a petición de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), que rápidamente aseveró que los celulares son seguros.

«Los límites de seguridad actuales para los teléfonos celulares son aceptables para proteger la salud pública”, reiteró el jefe del área de efectos de la radiación en la salud para la FDA, Jeffrey Shuren, en un comunicado. Bucher añadió que el uso típico de celulares es «mucho, mucho menor que el que nosotros estudiamos».

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