Se realizó un estudio observacional sobre el chili y el rocoto y sus conclusiones suenan alentadoras.

El ají rojo picante (chili) tendría la capacidad de prevenir el cáncer, pues al parecer evitaría su multiplicación celular. Otro beneficio que claramente se experimenta al consumir el rocoto, muy rico en capsaicina, es su capacidad de generar calor al cuerpo, quemando la grasa de reserva. A esto se le llama capacidad termogénica, y se produce cuando la capsaicina se libera en nuestras papilas y llega al cerebro, que activa el mismo sistema de protección al frío en invierno.

La capsaicina incrementa el metabolismo hasta en un 23 % tomando como fuente de energía la grasa de reserva. Este efecto es momentáneo y puede contribuir a la pérdida de calorías en las personas que practican actividad física y siguen una dieta adecuada de adelgazamiento.

Consumir rocoto con frecuencia no causa gastritis, mas bien la capsaicina que contiene, actúa principalmente, protegiendo nuestra mucosa gástrica, promueve la acumulación de lípidos y bicarbonato formando así una barrera protectora para la mucosa del estómago. Lo que sí es de cuidado, es que las personas que ya padecen gastritis deben evitar su consumo de manera estricta.

El rocoto se puede consumir a diario acompañando las comidas que prefiera, lo mejor es consumirlo fresco picado. Puede conservarse sumergido en aceite por algunas horas, es mejor picar la cantidad a utilizar y el resto mantenerlo refrigerado.

Si no está acostumbrado a consumir rocoto y quiere empezar, debe hacerlo de forma gradual, recuerde que no es necesario comerlo a diario para obtener beneficios. Además es un alimento bajo en calorías y aporta vitamina C y vitamina A a la dieta diaria.

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