Existen muchos tipos de mango que varían tanto en color, sabor, forma e incluso en el tamaño de la semilla. Hay mangos verdes, rojos, amarillos o naranjas pero todos tienen en común que la parte carnosa de la fruta es de un tono amarillo dorado.
Gracias a su sabor dulce y cremoso es una de las frutas más consumidas en el mundo. Además, contiene más de 20 vitaminas y minerales que nos benefician en varios aspectos: Degeneración macular asociada a la edad, prevención del asma, cáncer, salud ósea, diabetes, enfermedades del corazón, como también para la piel y pelo ya que contienen vitamina A, un nutriente necesario para la producción del sebo que mantiene el cabello hidratado y para el crecimiento de todos los tejidos corporales.
Asimismo, el mango tiene propiedades digestivas porque su alto contenido de magnesio y fibra resultan en un efecto saciante beneficioso para personas con sobrepeso y diabetes. Es beneficioso también para personas que toman diuréticos que les hacen perder potasio y padecen bulimia, ya que el mango es muy rico en este mineral.
También conocido como el «rey de las frutas», es rico en aminoácidos, vitaminas C y E, flavonoides, beta-caroteno, niacina, calcio, hierro, magnesio y el potasio. Hoy en día hay más de 1.000 variedades de mango en el mundo; sin duda alguna este verano no puedo faltar en tu alimentación.
