Su acogedora residencia de la urbanización “El Recreo” fue escenario de este reportaje que data la vida de un notable personaje como Alejandro Segundo Chang Sotero. Pese a ser peruano de nacimiento, su acento chino lo lleva en el fondo de su corazón.
Aquí encontramos al distinguido Alejandro Chang Sotero, quien consagra su vida con su notable trabajo y su familia.
SUS INICIOS
Segundo Alejandro Chang Sotero, nació el 9 de noviembre de 1931 en Chocope, jurisdicción de la provincia de Ascope, departamento de La Libertad-Perú. Su padre chino, Alejandro E. Chang Loo, y madre peruana, Sara Sotero Reyna de Chang, vivió en el Perú hasta los 6 años y luego viaja a China junto a sus padres y hermanos Leticia, Yolanda, Jorge Constante y Marcelo Alejandro.
Alejandro Chang, con mucha emoción y nostalgia recuerda que cuando viajan a China, su padre contrata un pequeño avión para que los lleve a Lima a toda su familia y luego en la capital abordaron un barco que los condujo a dicho país. “Era apasionante porque viajábamos al lugar que vio nacer a mi padre, pero también era nostálgico porque dejaba mi país, sin embargo considerábamos que era una nueva etapa de nuestras vidas”, dijo el ex prefecto de Trujillo.
Con la conmoción que le embargaba, cuenta Alejandro Chang que cuando llegan a la China empiezan a estudiar en el colegio, además de los idiomas chino e ingles. “Mi padre en China se dedica a pintar telas y a la fabricación de pilas. Viven años muy felices pero luego cuando empiezan los conflictos de la Segunda Guerra Mundial, cambia su vida por completo”, relata.
EL RETORNO
Previamente, en el año 40 su padre decide venir a Perú y lo hace para verificar el crecimiento de sus negocios, que en su ausencia eran administrados por un familiar. Pasan los años y posteriormente uno de sus hermanos retorna a Perú pero, su madre Sarita junto al resto de ellos se queda en China. Sin duda, más adelante el retorno de ellos se hizo mucho más dificultoso, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y nada pudieron hacer para regresar a Perú.
Manifiesta asimismo, que al país asiático llevaron dinero y oro, el mismo que se terminó, a tal punto que posteriormente pasaron serias penurias económicas.
“Había desesperación y no podíamos comunicarnos con nuestro padre que estaba en el Perú. Y el problema era mucho más embarazoso pues hasta pensaron que habíamos fallecido”, recuerda Alejandro Chang.
“Luego, junto a mis hermanos y mi madre somos internados en un campo de concentración, en el año 1944, donde reciben apoyo de los Estados Unidos”, dice.
Posteriormente, en 1950, Segundo Alejandro, luego de 13 años de estar en la China, cuando tenía 19 años, viene a Perú con la idea de estudiar medicina, pero luego decide apoyar a su padre.
Enseguida, sus hermanos Marcelo y Yolanda retornan a Perú por Panamá y su hermana Leticia por Argentina; aún se mantenía en China su madre con su hermano menor, quienes ingresan a Perú también por Panamá. El retorno de ellos fue más difícil porque en el aquel entonces el presidente de Perú, Manuel Odría, había prohibido el ingreso de todos aquellos que tenían apellido Chino.
En su tierra natal, Chocope, continúan con el éxito de las empresas, como los molinos de arroz, de grano, tienda mayorista, granja de chanchos, panadería, fabrica de fideos transformandose en prosperos empresarios.
Alejandro Chang se distinguió, desde muy joven, por su singular personalidad y su estilo muy propio. Posteriormente conoce a su esposa Fredesvinda Luján de Chang, con quien se casa en 1968 y en 1970 nace su primogénito Alejito y en 1982 su hija María Alejandra.
MOMENTOS DIFÍCILES
Su padre, fallece a los 72 años y su madre cuando residia en los estados Unidos a los 81 años. Otro de los momentos traumáticos fue también la pérdida de su sobrina querida, Patricia Belinda Thompson Chang. “Yo lo quería como una verdadera hija y su partida conmocionó a toda mi familia”, expreso muy entristecido. Así transcurre la vida de este digno personaje.
