En un planeta donde los recursos naturales, especialmente los energéticos, son derrochados, el plan de ahorro energético a nivel familiar y sociedad, surge como necesidad de economizar los recursos disponibles, salvaguardar las fuentes de energía no renovables y reducir el impacto del cambio climático en nuestro planeta.
El ahorro energético, también conocido como eficiencia energética o ahorro de energía, es un concepto clave para el desarrollo sostenible.
La clasificación energética A+++ indica que el aparato electrónico es de mayor eficiencia energética y la G indica que es la de menor eficiencia energética.
Este concepto está cada vez más presente en los hogares de medio mundo, que apuestan por métodos de ahorro energético en el hogar para ahorrar algo de dinero y frenar las consecuencias negativas del uso desmedido de recursos energéticos.
La energía (electricidad, calefacción, agua caliente sanitaria, …) es una de las partidas que más afecta a la economía familiar, pero ahorrar en algo que afecta a nuestro bienestar es complicado.
Sin embargo, existen pequeños gestos que nos pueden ayudar a reducir la factura energética hasta en un 20% cambiando un poco nuestros hábitos de consumo y contando con empresas como Remica. El secreto está en ser más eficientes, ya que la energía más barata, es aquella que no se consume.
Modificar ciertos hábitos o rutinas puede servir para derrochar menos luz y gas. Se trata de adquirir prácticas sencillas que, realizadas día a día, ayudarán a ahorrar en las facturas y a cuidar el planeta. Aquí se enumeran algunas de las más obvias.
Hábitos para lograr la eficiencia energética en la casa
1.- Una de las primeras medidas a adoptar es la verificación del estado de nuestra instalación eléctrica, no sólo para evitar gastos innecesarios tanto de energía como de dinero, sino por una cuestión de mera seguridad, pues una sobrecarga puede desembocar en un cortocircuito y éste, en un incendio. Así, es recomendable revisar que no existan las llamadas ‘fugas a tierra’, es decir, que una vez apagados todos los aparatos eléctricos y todas las luces el disco medidor siga girando.
2.- Disponer de un buen aislamiento en los muros de nuestro hogar y en puertas y ventanas también contribuyen a optimizar la temperatura regulada en el interior y, con ello, redunda en una reducción de nuestra boleta de la luz.
3.- Prestar atención a la iluminación de nuestra casa es esencial para alcanzar el ahorro de energía eléctrica, puesto que una tercera parte de su consumo se da en este ámbito. Así, además de lo obvio, como es apagar las luces cuando no las utilicemos o aprovechar al máximo la luz natural manteniendo abiertas cortinas y persianas –y realizar actividades de limpieza, planchado, etc. durante el día-, es conveniente sustituir las lámparas incandescentes y halógenos por LEDs y lámparas fluorescentes compactas, que consumen hasta cuatro veces menos. Además, limpiar periódicamente el polvo de las lámparas también ayuda, pues su acumulación bloquea la luz.
4.- Las heladeras y congeladores constituyen otra de las mayores demandas de electricidad, rondando el 30% del total que consumimos en nuestros hogares. Por este motivo, es importante regular correctamente su temperatura, de manera que fijar el termostato entre el 2 y el 3 en los lugares de clima templado y entre el 3 y el 4 en los calurosos debería ser más que suficiente. Verificar que las puertas sellan bien, que la heladera no está expuesta a fuentes de calor o a los rayos del sol o asegurarnos de que cuenta con espacios suficiente para su ventilación trasera (unos 5 centímetros) son otros consejos sencillos a seguir. Y al comprar un nuevo apartado, no olvidar revisar su etiqueta de eficiencia energética, puesto que los equipados con deshielo automático pueden consumir hasta un 30% menos.
5.- En las zonas más calurosas, suele entrar en funcionamiento los acondicionadores de aire. Para conseguir un ahorro de energía eléctrica es importante mantener la habitación cerrada cuando esté funcionando y asegurarse que las hendijas entre la puerta y el piso o en las ventanas no son puntos de fuga. Asimismo, el mantenimiento con una revisión al año para comprobar si precisa más gas o la limpieza del filtro del aire cada 15 días también nos harán más eficientes. A la hora de comprar un equipo nuevo, conviene asegurarse que éste tiene la potencia necesaria, evitando comprar potencia de más. El uso de un ventilador de techo arroja un consumo veinte veces más bajo.
6.- Equipos electrónicos como dvd, televisores, video-juegos, equipos de sonido, etc. es preferible apagarlos cuando no estén en uso, pues no sólo ahorraremos energía, sino que prolongaremos su vida útil. Este punto incluye, incluso, el modo estado de espera (stand-by) que consume entre 1 y 4 W y, sumados todos los aparatos, pueden ayudarnos a alcanzar el ahorro de energía eléctrica con la sencilla instalación de una zapatilla (regleta anti stand-by).
7.- Cuando se utiliza el lavarropas es crucial llegar a la capacidad máxima aconsejada por el fabricante, sin llegar nunca a sobrepasarla. En el caso de que haya poca ropa, es mejor utilizar el programa económico y ajustar la cantidad de jabón para que sea necesario realizar más de un enjuague.
8.- La plancha es uno de los electrodomésticos que más electricidad consumen, por lo que es mejor ajustar correctamente el termostato al tipo de tejido que planchamos, así como no secar la ropa con la plancha. Además, es más eficiente acumular ropa cada vez que planche, en lugar de hacerlo puntualmente de prenda en prenda.
9.- El mantenimiento de aparatos como la aspiradora también puede contribuir al ahorro de energía eléctrica. Si sus filtros estuvieran sucios y los depósitos de polvo y basura saturados, el motor trabajaría sobrecargado –reduciendo su vida útil-.
10.- Plantar árboles en los alrededores de nuestra vivienda, no sólo mejora la calidad del aire sino que, además, de cara a nuestra casa evitan que en los meses de verano se incremente el calor.
11.- Es vital saber aprovechar la luz natural que entra en la vivienda. Destinar las habitaciones más luminosas de la casa para las estancias donde más tiempo se está, optar por los colores claros y el uso de espejo son gestos que permiten ahorrar electricidad.
12.- Apostar por aparatos A++ o A+++ también supone un ahorro importante. Sobre todo si, además, se usan programas de lavado corto y a no más de 40ºC.
Fuente: Internet
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