Cuando los niveles de glucosa en la sangre están por encima de los valores normales pero no tan altos como para considerarlo diabetes, se le denomina prediabetes, y si las personas no toman medidas preventivas, están en alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Estas medidas implican reducir el consumo de alimentos con alto índice glicémico medio, suprimir los de índice glicémico alto y aumentar la actividad física.
La endocrinóloga estadounidense, Ashita Gupta, señala cuáles son los seis síntomas más comunes de la pre diabetes.
1. Visión borrosa: Según Gupta, las alzas y caídas repentinas de los niveles de azúcar en la sangre (habituales en personas con pre-diabetes) pueden dañar la habilidad del ojo para enfocar, lo que genera visión borrosa. Una vez que se regulen los niveles de azúcar, este síntoma debería desaparecer.
2. Sed excesiva: Cuando hay exceso de azúcar en la sangre, el cuerpo la elimina a través de la orina, lo que impulsa a ir al baño más de lo habitual. Eso, a su vez, causa deshidratación y es lo que produce sed excesiva.
3. Heridas o infecciones que demoran en sanar: Los niveles altos de azúcar en la sangre retrasan la circulación, por lo que la piel necesita más tiempo para curarse a sí misma, los pequeños moretones y cortes tardan más de lo normal en sanar. La pre-diabetes también puede promover el crecimiento de bacterias y hongos, que conducen a infecciones recurrentes en la piel, la vagina y/o el tracto urinario, afirma Gupta.
4. Fatiga: Tu cuerpo utiliza el azúcar en la sangre como combustible, pero la prediabetes provoca resistencia a la insulina, lo que hace que tu cuerpo no sea capaz de convertir de manera eficiente la glucosa en energía. En consecuencia sientes fatiga y cansancio excesivo, asegura la especialista.
5. Aumento o pérdida de peso inexplicable: Cuando el cuerpo no puede obtener la energía que necesita de la glucosa en la sangre, comienza a quemar otras cosas para obtener energía, eso puede provocar pérdida repentina de peso, aunque no hagas dieta o ejercicio, indica Gupta.
6. Áreas de la piel se oscurecen: La insulina alta acelera la velocidad de reproducción de las células de la piel, lo que produce ´acantosis pigmentaria´. Esto pasa cuando la piel del cuello, debajo del brazo o en los pliegues de los codos comienza a oscurecerse y adoptar una sensación lisa o aterciopelada, indica Gupta.