UNT impulsa la medicina familiar como aporte a la Salud Pública

En 1988, se creó la especialidad de Medicina General Integral en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ese mismo año, se planteó como estrategia, una modificación del currículo educativo a fin de producir lo que entonces se llamó «el nuevo médico para el Perú».

Un médico que estaría mejor preparado para resolver los problemas prevalentes en nuestro país al incorporar el concepto de docencia en servicio, sin limitarlo a los hospitales, sino que estaría incluido en los programas comunitarios y atención en la periferia. Asimismo, se impulsó la residencia médica en medicina general integral, llamada también de Medicina Familiar.

El Dr. José Elías Cabrejo Paredes, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), nos comenta que la medicina familiar en el Perú se inició como un programa educativo ofrecido por 3 universidades de Lima y, posteriormente, por otras universidades del interior del país. Cuenta con autorización y apoyo académico, y tiene un plan de estudios de 3 años que se desarrolla bajo el sistema de residencia médica.

“Nosotros en la UNT tenemos la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en el cual el enfoque fundamental es mirar a la persona en sus problemas de salud, dentro de un enfoque de su familia y enfoque comunitario, el trinomio persona, familia y comunidad. Es decir, no sólo abordar la enfermedad en sí, sino a las personas enfermas, que, su entorno funcional o disfuncional o de crisis familiares y laborales, pueden ayudar o empeorar su tratamiento”, expresó.

Asimismo, indica que la labor que realiza es una labor integral, domiciliaria, donde el enfoque es abordar no solamente a las personas de edad adulta mayor, en su discapacidad y fragilidad con sus enfermedades, sino también abordarlas con sus problemas de salud, conversar con la familia, ver por ejemplo cómo ayudan mejor a un diabético o disminuyen el apoyo, cómo ayudan en sus dietas, crisis sociales, depresión durante su enfermedad, para que de esta manera el paciente no se sienta estigmatizado.

“La Universidad Nacional de Trujillo, tiene un Centro de Salud Pública que se encuentra a espaldas del colegio Ramón Castilla, en Villa Los Ángeles, allí se ha instalado un programa de Salud Familiar y Medicina Familiar. Hay una buena respuesta por parte de la gente, quienes buscan siempre cambiar y mejorar sus estilos de vida, prevenir la enfermedad y no esperar enfermarse. El ser humano en el siglo XXI ya no está buscando enfermarse para curarse, sino cómo hacer para no enfermarse, para no complicarse. En este espacio es que el sistema de salud debe dar un fuerte realce a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria”, indicó.

Comentarios