La sonda rodante Curiosity celebró hoy su primer aniversario sobre suelo marciano.
El explorador de seis ruedas de la NASA tocó tierra en un antiguo cráter cerca del ecuador marciano exactamente hace un año. Dado que es relativamente grande, los ingenieros tuvieron que diseñar una nueva rutina de aterrizaje y usaron cables para posarlo sobre la superficie.
A pesar del lento arranque, Curiosity ha cumplido uno de sus principales objetivos: hallar evidencia de que el ambiente marciano primitivo fue apto para alojar microbios.
Ahora se dirige al monte Sharp, una montaña que se yergue desde la superficie del cráter. La jornada durará varios meses.
Una vez en las faldas de la montaña, Curiosity tratará de hallar pistas de los bloques constitutivos de la vida. El aterrizaje del Curiosity fue tan exitoso que la NASA dice que planea otra misión en 2021.