La actuación del esquiador nacional Roberto Carcelén en los XXII Juegos Olímpicos de Invierno, en Rusia, le valió para ser reconocido uno de los mejores deportistas del evento, según la prensa alemana.
El atleta peruano, de 43 años, hizo historia en suelo ruso tras competir y finalizar su prueba con dos costillas rotas, por lo que se le recordará como «ejemplo del espíritu olímpico».
«Carcelén contaría que jamás consideró siquiera la posibilidad de no participar sabiendo que no tenía oportunidad alguna, se puso como meta aunque sea, entre su visible dolor, terminar la prueba. Y así lo hizo», resalto el portal Deutsche Welle.
Dicha proeza Carcelén la dedicó a Perú, hazaña que es comparada con las de otros deportistas que dejaron huella en la justa olímpica.
«Esa imagen de su llegada como Derek Redmond que, cojeando y abrazado a su padre cruzó la meta en Barcelona 1992 pese a su lesión, o del judoca Yasuhiro Yamashita ganando la medalla de oro con una pantorrilla desgarrada, es empleada en esta edición como referente del espíritu olímpico e ilustra lo emotiva y única que ha sido la participación latinoamericana», comparó el citado medio.