¿Qué es y cómo tratar la Meningitis?

La meningitis es una enfermedad infecciosa provocada por virus o bacterias que en muchas ocasiones se encuentran en la nariz y en la garganta de personas sanas (portadores sanos) que la contagian a terceras personas.

La enfermedad provoca la infección e inflamación de las meninges, unas membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Cuando se infectan sólo las meninges se habla de meningitis. En algunas ocasiones, la bacteria se introduce en la sangre diseminándose. A este problema se le denomina sepsis meningocócica. También puede ocurrir que se den ambos problemas a la vez.

La mayoría de las personas suelen automedicarse cuando comienzan a sentir algunas molestias típicas de un resfriado, ya que los medicamentos se encuentran fácilmente en cualquier farmacia sin necesidad de receta médica. Sin embargo, se debe tener cuidado, ya que puede tratarse de otra enfermedad en la cual los síntomas son muy parecidos.

Los síntomas comienzan con ardor en la garganta, fiebre y dolor de cuello entre otros. Al no diagnosticarse a tiempo puede ser mortal. La Organización Mundial de la Salud, define a la meningitis como una inflamación de los tejidos que recubren el cerebro y la médula espinal.

Tipos de Meningitis

Las meningitis se dividen en:

Meningitis víricas
Este tipo tiene un pronóstico leve y en la mayoría de los casos no requiere tratamiento, el paciente se cura por sí solo. No suelen dejar secuelas y no requiere de vacuna ni de profilaxis.

Meningitis bacterianas
La meningitis bacteriana es grave y requiere la hospitalización del paciente. Puede dejar secuelas cerebrales y llegar a provocar la muerte del paciente, incluso cuando éste recibe el tratamiento.

Las meningitis bacterianas más frecuentes son:

  • Meningococo B.
  • Meningococo C.
  • Haeemophilus b.
  • Neumococo.


Los síntomas de la Meningitis son muy parecidos a un resfriado que debes conocer.

Cómo se diagnóstica la meningitis

El diagnóstico de la meningitis bacteriana se realiza analizando una muestra de líquido cefalorraquídeo (de la médula espinal). Dicha muestra se obtiene mediante una punción en la la columna vertebral (punción lumbar).

Además, el especialista puede pedir otras pruebas para confirmarlo, como una ecografía o una tomografía axial computadorizada (TC) que permitan determinar si existe un absceso responsable de la meningitis.

Causas de la Meningitis

Las causas más frecuentes de la meningitis son las infecciones, que pueden estar provocadas por virus o por bacterias. La más común, y menos grave, es la infección vírica, que generalmente mejora sin que se la administre ningún medicamento al paciente. Sin embargo, las bacterianas son muy graves y pueden llegar a provocar daños cerebrales e incluso la muerte.

Además de por las infecciones, la meningitis puede aparecer debido a hongos, tumores, y otros virus como el de las paperas, el VIH, el herpes labial y el genital.

Cómo se contagia la Meningitis

El contagio de esta patología se produce a través de la saliva y las gotitas que se expulsan al hablar, estornudar o toser. El contagio a través de objetos no es habitual y ocurre en pocas ocasiones.

La meningitis suele aparecer en otoño y en primavera. En entornos como las guarderías, las escuelas o las residencias puede propagarse con rapidez.

Una vez contagiada, una persona puede tener los primeros síntomas entre los dos y los diez días posteriores al contagio. En ocasiones tiene un comienzo brusco con síntomas similares a los de un catarro o una gripe.

Los más frecuentes y que anuncian la gravedad son:

  • Fiebre alta.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Rigidez de la nuca.
  • Vómitos bruscos.
  • Somnolencia.
  • Pérdida de conciencia.
  • Agitación, delirio y/o convulsiones.
    Manchas de color rojo-púrpura en la piel, lo que implica una mayor gravedad.
Cómo se puede prevenir la Meningitis

Lavarse las manos después de comer, preparar alimentos o después de ir al baño, incluso al llegar de la calle. También evita compartir tu cepillo de dientes, tocar objetos infectados, besar, toser o estornudar sin taparse la nariz o la boca, ya que el contagio es de manera viral o bacteriana.

Por lo común el virus abunda en épocas de calor y se propaga fácilmente por la saliva, mucosidades o las heces infectadas.

Quiénes son más propensos a contagiarse de Meninigitis

Los bebés, niños y sobre todo aquellas que tienen bajas defensas en su sistema inmunológico.

Tratamientos y diagnóstico de la Meningitis

La mayor parte de las personas que sufre una meningitis viral se cura sin problemas.

Sin embargo, la meningitis bacteriana el tratamiento consiste en cuidados específicos en el hospital y terapia intensa con antibióticos, los cuales son administrados vía intravenosa para eliminar por completo la infección, al igual que un máximo reposo y aislamiento.

Por lo regular se diagnostica cuando las personas presentan signos como: rigidez en el cuello, dolor de cabeza, fiebre, vómitos, náusea, confusión y convulsiones.

Otros cuidados que se le pueden prescribir al paciente son la administración de líquidos por vía intravenosa y medicamentos para tratar lesiones asociadas que pueden aparecer, como el edema cerebral, el shock o las crisis epilépticas.

Es imprescindible el diagnóstico precoz y la rápida asistencia del especialista. En algunos casos la enfermedad evoluciona con gran fuerza o afecta a personas con el sistema inmune débil y pueden provocar desenlaces fatales.

Complicaciones que puede traer la Meningitis

Si el diagnóstico de la meningitis se hace tarde o el paciente no recibe el tratamiento adecuado, esta enfermedad puede provocar lesiones en el paciente.

Las más destacadas son:

  • Hipoacusia (sordera).
  • Hidrocefalia.
  • Convulsiones.
  • Hemorragia subdural.
  • Daño cerebral.

¿Cómo proteger a tu familia de la Meningitis?

  • Control en las vacunas, tanto en bebés, niños y adultos.
  • Alimentación saludable (frutas, verduras y proteínas).
  • Evitar estar en lugares concurridos.
  • Ventilar la casa por completo.
  • Lavarse las manos frecuentemente.
  • Cubrirse la boca cuando se estornuda o se tose.
  • Evitar el intercambio de saliva.
  • Desinfectar los juguetes.
  • Visitar al médico.

Cuidar la salud no es un juego. Debemos estar al pendiente de fomentar en nuestra familia buenos hábitos de higiene y alimenticios.

Evita la automedicación, porque puede ser que tengas una enfermedad distinta a la que creas tener.

Fuente: Internet

Click aquí: «Qué es una alergia y cuántos tipos hay».
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