¿Qué es y qué hacer ante la «perfeccionitis aguditis»?

El perfeccionismo puede convertirse en tu pero enemigo, pues tratar de hacer las cosas perfectas, no siempre es sinónimo de progreso. Muchas veces nos quedamos paralizados en un peldaño de la gran escalera y llegar al piso en el queremos estar, se vuelve un proceso cansado, tedioso y muuuuuuuuy lento.

La “perfeccionitis aguditis” es el enemigo de tu productividad y ninguno de nosotros es inmune a ella, pues todos podemos caer de vez en cuando en el perfeccionismo.

Esto no quiere decir que hay que volvernos mediocres con nuestro esfuerzo y no aspirar a tener resultados excelentes. Esto significa que debes de esforzarte sin disminuir tus estándares personales, pero sobre todo, invertir el tiempo de forma inteligente para lograr resultados lo suficientemente buenos, resultados que tengan espacio para seguir mejorando con el tiempo.

Por ejemplo, existen en las historias profesionales que se conocen en el mundo del arte de que, algunos artistas que honestamente dibujaban muy mal al inicio, pero después de un tiempo los resultados son impresionantes. Ellos no aspiraron a ser perfectos desde el principio, sino se enfocaron en tener espacio para mejorar.

Síntomas de la «perfeccionitis aguditis»

  • La obsesión por mantener siempre los estándares más altos en todo lo que se hace (en muchas ocasiones, estándares poco razonables para la mayoría).
  • Hacer depender tu valor personal única y exclusivamente de tu habilidad para conseguir alcanzar esos estándares.
  • Experimentar consecuencias negativas por el hecho de perseguir esos estándares, pero seguir insistiendo a pesar de sufrir los efectos negativos en ti mismo/a.

Quizá has oído frases como “La perfección no existe” o “lo perfecto es enemigo de lo bueno”, y en el fondo sabes que es así. Sin embargo, a pesar de que la experiencia te lo confirma, una y otra vez, si eres una persona perfeccionista persigues la perfección en todas las áreas de tu vida.

Pero el perfeccionismo tiene un lado oscuro, ya que puede ocurrir que …

  • Al no poder conseguirlo, a veces te desmotivas y dejas de iniciar acciones.
  • Al no lograrlo, te deprimes y te sientes fracasado/a.
  • Al buscar la perfección en todo, no tienes relaciones sanas con tu entorno.
  • Al exigirte demasiado a ti mismo/a, también les exiges demasiado a los demás.

Hay que aprender a ser realistas y decirte a ti mismo: “ok, está lo suficientemente bien, ahora lo que sigue”.

Causas del perfeccionismo

  • Una alta exigencia en la infancia, cuando los padres reconocen a sus hijos solo por lo que hacen bien les enseñan a sus hijos a tener una autoestima condicionada al logro.
  • Haber sufrido algún tipo de abandono o haberse sentido abandonado en la infancia.
  • Padres perfeccionistas, cuando somos niños, nuestros padres son nuestro modelo a seguir y aprendemos de ellos.
  • Abusos físicos y psicológicos en familias desestructuradas también pueden dar lugar a perfeccionismo ya que el niño, al haber vivido este tipo de circunstancias, tratan de contrarrestarlas aprendiendo a llevar una vida rígida.
  • Baja autoestima y sentimientos de inferioridad puede ocasionar que la persona que los padece tienda a compensar dichos complejos con el perfeccionismo.
  • Por último, en otras ocasiones, no son solo los padres sino que también son determinantes otras figuras de autoridad como los profesores, los jefes, etc.
  • Haber tenido padres inmaduros o infantiles hace que muchos niños tengan que madurar antes de tiempo, y suelen ser adultos hiper-responsables y perfeccionistas.

El perfeccionismo cuando se convierte en una obsesión puede ser también síntoma de una personalidad obsesiva o de un trastorno obsesivo compulsivo. Y si en algún momento te sucede es recomendable que puedas acudir a un especialista en terapias psicológicas y poder manejar ese problema y no afecte tu salud mental y tus relaciones familiares y amicales.

No lo tomes a la lijera pensando que «así soy yo» pues eso no ncesariamente significa que estas haciendo bien las cosas.

Además de lo anterior podemos mencionar otras causas como:

  • Miedo a la critica.
  • Expectativas poco realistas.
  • Tener metas muy grandes.
  • Comparación con otras personas.
  • Miedo a tener malos resultados.

¿Cómo saber si eres una persona perfeccionista?

Si tienes alguno de los siguientes síntomas, puedes ser demasiado perfeccionista:

  • Sientes ansiedad y estrés en tu vida diaria.
  • Eres pesimista.
  • Intentas controlar todo lo que te rodea.
  • Te obsesionas demasiado con las cosas.
  • Te hundes por pequeños fracasos.
  • Tienes una autoestima condicionada: si triunfas te valoras, si fracasas te desprecias.
  • Insatisfacción vital, para ti nunca es suficiente.
  • Te exiges demasiado a ti mismo/a y a los demás.
  • Te comparas con los demás continuamente.
  • Trabajas demasiado, no te tomas tiempo para descansar.
  • Evitas situaciones en las que no te sientes totalmente seguro/a, por ejemplo, dejas de presentarte a un examen en el que no pierdes nada si no lo llevas perfectamente preparado.
  • Te importa demasiado la opinión que los demás tienen de ti y eso condiciona tu vida.

¿Cuáles son las consecuencias del perfeccionismo?

  • Baja auotestima.
  • Pensamientos negativos.
  • Tendencia a procastinar (posponer).
  • Dificultad para trabajar en equipo.
  • Repercusiones en tu salud

Si te fijas en el último punto dice “Repercusiones en tu salud”, pues ser perfeccionista desencadena estrés, angustia y ansiedad, lo que en conjunto ha sido relacionado con:

  • Insomnio.
  • Trastornos de alimentación.
  • Dolores de cabeza.
  • Enfermedades cardiacas.
  • Enfermedades digestivas.

Según un estudio canadiense el perfeccionismo también pude acortar años de tu vida

Tratamiento del perfeccionismo
Como hemos visto, en el origen del perfeccionismo, puede haber muchas causas, algunas conscientes y otras inconscientes. Para empezar a dejar de exigirte continuamente tienes que aprender a quererte no por lo que haces, sino por lo que eres. Para ello es necesario trabajar a nivel inconsciente y resolver el origen del problema.

Hay técnicas que acceden a las emociones grabadas en tu cerebro que no te dejan avanzar.

Los terapeutas conocen y utilizan estas técnicas a diario con excelentes resultados, tales como la Hipnosis clínica, que al ser combinada con otras técnicas como EFT, EMDR, o PNL, dan en muchos casos la solución.

Ejercicio práctico para combatir el perfeccionismo

Sin embargo, existen ejercicios prácticos que puedes hacer tu mismo con el objetivo de ir dejando esa actitud perfeccionadora.

A continuación te compartimos una fórmula que comparte la mexicana Tania Sanz, emprendedora, escritora, nutricionista y apasionada del deporte para que puedas invertir de forma inteligente tu tiempo y combatir objetivamente el perfeccionismo al hacer tus actividades.

El objetivo de esta fórmula es medir de forma objetiva si tienes un balance saludable entre la inversión de tu tiempo y la calidad de tus resultados.

Al completar cualquier tarea, sigue estos pasos:

Paso 1: Califica del 1 al 10 la calidad de tus resultados
Califica del 1 al 10 la calidad de tus resultados (10 es excelente, 1 es muy baja calidad), escribe la calificación para no olvidar.

Este paso es importante pues el objetivo es no estancarte en el perfeccionismo y ser objetivo con tus propias expectativas.

Paso 2: Califica el tiempo invertido del 1 al 10
Califica del 1 al 10 el tiempo que te tomó terminar esa tarea (10 es muy poco tiempo, 1 es demasiado tiempo), escribe tu calificación.

¿Requeriste más tiempo de lo previsto? Entonces tu calificación estará debajo del 5

¿Lograste ser eficiente y terminaste en menos de lo previsto? Entonces tu calificación estará arriba de 5

Paso 3: Calcula tu evaluación final
Multiplica ambas calificaciones, el número que obtengas será tu evaluación final. Por ejemplo: Si obtienes 6 de calidad y 3 de tiempo, entonces tu evaluación final es 18 (3 x 6 = 18)

 

Formula: La calidad de mis resultados x El tiempo invertido = Evaluación final

Para lograr un buen balance tu evaluación final tiene que ser más de 50 y menos de 90

El objetivo NO es tener la mejor calificación de ambos parámetros (tiempo y calidad), pues lo anterior podría caer en el perfeccionismo.

Tú objetivo es encontrar un balance, invertir tu tiempo inteligente, obtener resultados lo suficientemente buenos y no estancarte en el perfeccionismo.

Ejemplos:

  • Si tienes una evaluación de 25 quiere decir que tu tiempo no fue muy eficiente, invertiste tiempo (5 x 5) pero lograste resultados promedio y no lo suficientemente buenos, lo que te da espacio para mejorar.
  • Si tienes una evaluación de 64 quiere decir que te tomaste el tiempo necesario para hacer tu tarea (8x 8) y obtener los resultados suficientemente buenos ¡eso es progreso!
    Si tienes una evaluación de 56 quiere decir una de dos:
    Invertiste menos tiempo (7 x 8) pero lograste muy buenos resultados así que ¡en hora buena!
    Invertiste más tiempo (8 x 7) para lograr resultados promedio, esta bien porque no caíste en el perfeccionismo pero, te da la oportunidad de ser más eficiente con tu tiempo la siguiente vez.
  • Si tienes una evaluación de 100 quiere decir que la calidad de tus resultados fueron excelentes y el tiempo invertido fue muy poco (10 x10) lo que es una buena noticia si es una tarea que ya dominas (o simplemente exageraste al evaluarte)

Claro que tu interpretación de resultados tiene que ser acorde a tu objetivo final y a la tarea en cuestión. Pero, puedes darte cuenta de que esta formula facilita la forma en al que mides tus resultados, te ayuda a escapar del perfeccionismo, y lo más importante te da la oportunidad de invertir mejor tu tiempo.

¿Imaginas como mejoraría tu vida, tus relaciones, tu autoestima si te tomaras las cosas de forma más relajada?

Hacer tus tareas lo suficientemente bien (sin estancarte en el perfeccionismo) te impulsa, te genera una mayor satisfacción personal y además te regala una dosis extra de motivación. Una combinación que seguramente quieres tener en tu rutina.

El objetivo para mejorar en casi todo en esta vida es: tomar acción, hacer las cosas lo mejor que puedas, pero sobre todo, no estancarse en el perfeccionismo.

Seamos honestos si tus expectativas en torno a tus resultados son extremadamente altas, será difícil cumplirlas. Probablemente tendrás que invertir más de tu valioso tiempo y aún así existe la posibilidad de que no logres lo que esperabas, lo que debilita tu autoestima y la confianza en ti mismo.

Lo que tú quieres a nivel personal y sobre todo cuando se trata de productividad es avanzar. Todos queremos invertir menos tiempo y lograr resultados de calidad (incluso si no son resultados perfectos).

Así que cambia tu chip y avanza. Invierte tu tiempo de forma inteligente y no te estanques en el perfeccionismo.

Fuente: Internet

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