Con la ayuda de la tecnología ahora los escolares también pueden descubrir su vocación, utilizando una prueba denominada Cibertest.

Esta prueba consta de tres técnicas, que incluyen un electroencefalograma, que registra los impulsos eléctricos a través de sensores ubicados alrededor de la cabeza del adolescente, y una pantalla que muestra imágenes en movimiento y captura el movimiento facial.

Así se identifican las preferencias por determinadas actividades relacionadas con su futuro profesional, esta novedosa prueba digital fue aplicada por primera vez en febrero.

Yemiko Kanashiro Kubota, directora de Calidad Educativa de Cibertec, comentó que el test usa tres técnicas que no son invasivas.

La primera ayuda a identificar las imágenes que generan mayor impacto en el estudiante (electroencefalograma). La segunda registra el área de la imagen donde se fija la mayor atención, así como el tiempo de permanencia («eye tracking»). La tercera define las emociones que resaltan en la emisión de los videos (mapa de emociones).

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