Luis Sinche, «héroe peruano de la alimentación» en plena pandemia

La agricultura fue uno de los pocos sectores productivos que no se detuvo en el Perú pese al enorme impacto económico del coronavirus a escala nacional y global. Su continuidad fue fundamental para garantizar la provisión de los alimentos vitales para la población. Luis Sinche es uno de los “héroes de la alimentación” que contribuye sin desmayo, y pese a la pandemia, a la seguridad alimentaria del país.

Dedicado al cultivo de plátano, paltas y café en su parcela ubicada en el anexo de Mariscal Castilla, distrito de San Luis de Shuaro, provincia de Chanchamayo, región Junín, Luis Sinche apuesta por la agricultura orgánica y sigue produciendo para vender sus cosechas en localidades cercanas y, de esa manera, sostener a su familia.

Si bien la producción no se ha detenido en los 136 días que lleva el estado de emergencia, el hecho de que Junín es una de las regiones en las que continúa la cuarentena focalizada ha tenido un impacto en la cadena de comercialización. Luis Sinche, al igual que todos los agricultores, debe tramitar permisos y pasar varios controles en la carretera para llegar a las ciudades donde vende sus cultivos.

Sin embargo, él asegura que cumple con todos los protocolos de bioseguridad, como el uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y distanciamiento social, necesarios para seguir cultivando y cuando debe abandonar su hogar para comercializar su producción.

Antes de la llegada de la pandemia al Perú y del establecimiento del estado de emergencia, Luis Sinche era proveedor del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, al igual que muchos otros agricultores que recibieron el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del gobierno local.

“El año pasado, con el apoyo de la FAO, comencé a trabajar con el gobierno local para suministrar mis productos de primera calidad al programa de alimentación escolar y fue un éxito. Vendí toda mi cosecha de bananos a un precio justo y razonable”, comenta Sinche en la historia publicada por FAO Perú en su portal institucional.

Luis Sinche había proyectado que toda su cosecha de plátanos abastecería este año a los colegios públicos que atiende Qali Warma, pero ello no será posible -afirma- debido al impacto de la pandemia que obligó a la suspensión de las clases presenciales y al cierre de los locales escolares.

No obstante, esta situación adversa no ha detenido la férrea voluntad de superación que destila Luis Sinche, quien tuvo que adaptarse a la nueva realidad que impone la pandemia y, por ahora, concentra sus ventas en sus vecinos y en las bodegas de su distrito.

Asimismo, confía en seguir como proveedor de Qali Warma y apunta también al abastecimiento de los supermercados que demandan alimentos de calidad y cultivados sin pesticidas ni otros productos contaminantes, como ocurre con todo lo que siembra y cosecha Sinche.

Este paladín de la alimentación no es, afortunadamente, el único que apuesta por una agricultura orgánica y sostenible, gracias a la “Escuela de campo para agricultores” que desarrolla la FAO.

En lugar de los plaguicidas, herbicidas y fertilizantes químicos que contaminan los alimentos, Luis Sinche utiliza medidas de control biológico que él mismo elabora a partir de sus propios árboles de plátano. Aquellos plátanos que suelen desecharse se juntan con otros residuos para conformar compuestos vegetales para abonar y fumigar las plantas, explica.

Asegura que debido a estas saludables prácticas, muchas de las medidas sanitarias estipuladas para afrontar al coronavirus en la agricultura ya estaban en marcha en su hogar y campo de cultivo.

A través de las “Escuelas de campo para agricultores” y otras acciones, la FAO sigue apoyando a los productores y organizaciones campesinas del Perú para promover la agroecología, mantener buenas prácticas de higiene durante la recolección de los cultivos y mejorar las prácticas para garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos que producen. Una alianza estratégica clave para sobrellevar la pandemia del covid-19.

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