La Responsabilidad Social Empresarial es una iniciativa de carácter voluntario y que solo depende de la empresa, y se refiere a actividades que se considera rebasan el mero hecho de cumplir la legislación vigente o por que exige la norma. Los orígenes del concepto se remontan a la revolución industrial donde protagonistas de la época como Robert Owen entendían que la actividad empresarial no podía operar al margen de la sociedad del momento.
Entendemos por RSE al proceso a través del cual las empresas asumen la responsabilidad por las consecuencias sociales, económicas y ambientales de su actividad (Triple impacto), a través de dos mecanismos fundamentales: rendición de cuentas en los tres ámbitos anteriores y ejerciendo el diálogo con los grupos interesados o afectados por la actividad.
El Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sustentable la define como: “El compromiso permanente de las empresas de comportarse éticamente y de contribuir al desarrollo económico, al tiempo que se mejora la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, así como de la comunidad local y la sociedad”.
Para cumplir fielmente el concepto descrito anteriormente, una empresa no sólo debe realizar acciones concretas o desarrollar ciertas prácticas, debe llevar la RSE más allá: debe incorporarla como una visión, una forma de hacer las cosas los 365 días del año. En este sentido, no basta con que una empresa cumpla con la legislación respectiva, por el contrario, el compromiso parte de la base de que una compañía que se dice responsable, cumple con la ley.
La Responsabilidad Social Empresarial se ha convertido en un eje central de las actividades cotidianas de las empresas, se ha dado por sentado que una entidad socialmente responsable incrementa su buena reputación y, sin duda, los consumidores prefieren comprar sus productos o servicios.
Desde la empresa si se puede ayudar mucho a la sociedad que nos rodea desde un ámbito económico, social y ambiental.
Las prácticas en RSE permiten que una organización logre resultados positivos a mediano y largo plazo debido a que fortalecen las inversiones de la empresa; contribuyen con empoderar y capacitar a su personal y mejoran su imagen institucional, lo cual podría generarle mayor valor económico (cotización en bolsa) así como una mejor relación con los clientes.
En las décadas posteriores multitud de instituciones, países y universidades se hacen eco de este nuevo compromiso social de hacer empresas, en la actualidad el concepto sigue evolucionando tal y como evolucionan los valores de la sociedad.
Pero, ¿Qué impulsa a las empresas a poner en marcha nuevas actuaciones de RSE?
Las empresas se desarrollan en un mercado global y social donde su cuenta de resultados económica cada vez depende más de su cuenta de resultados social. Es decir de como están sus relaciones con su entorno, con la ciudad o zonas en donde operan y de las distintas problemáticas que puedan atender o en el como ayudan a dar solución.
Razones por las que es necesaria la implementación de la Responsabilidad Social Empresarial
- Mejorar y crear nuevas relaciones con sus stakeholders. Evitando problemas de reputación que puedan afectar al consumo de su producto.
- Cumplir normativa ambiental y laboral del país de origen.
- Buscar el éxito a largo plazo en los mercados donde se consume su producto.
- Generar una sociedad saludable. Una sociedad con educación, con salud laboral, con igualdad de oportunidades, hacen que la empresa cuente con una fuerza de trabajo productiva, esto hace aumentar la productividad empresarial. Se establece una relación “win to win” “ambos ganan”.
- Generación de Innovación. La RSE crea flujos e interrelación entre todos los agentes implicados creando valor compartido y generando innovación en los procesos.
¿Sabías que el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) también tenía sus detractores como Adam Smith y Milton Friedman? Ellos pensaban que ganar cuanto más dinero era mejor, sin pensar en las consecuencias de su actividad en el entorno social.
La implantación paulatina de la RSE en las empresas está haciendo que las empresas tengan un mayor carácter social, es decir, ser mas responsable y por ende implicarse en los problemas económicos y sociales de los países donde operan.
Desde el otro lado, se espera que los consumidores deban también ser socialmente responsables con el tipo de productos que consumimos. Debemos exigir productos responsables en los tres ámbitos social, ambiental y económicos. Y por supuesto, como consumidores debemos premiar aquellas marcas que se implican de una forma honesta y transparente, en las soluciones que exigen las diferentes problemáticas de la sociedad y del medio ambiente.
Fuente: Internet
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