El gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN negociarán a partir del 2 de abril un nuevo cese al fuego bilateral, «indispensable» para avanzar hacia el acuerdo de paz final.
Según un comunicado conjunto leído en Quito, sede de los diálogos desde hace un año, ambas delegaciones analizará la histórica tregua que terminó el pasado 9 de enero, con informes de la ONU y la Iglesia católica colombiana, para diseñar un nuevo cese de hostilidades.
«Tenemos razonables esperanzas de que podamos avanzar rápido (…) Es muy importante este cese al fuego, no solo por los alivios humanitarios que ya se experimentaron en el cese anterior, sino porque es indispensable para seguir avanzando en el desarrollo de la agenda», expresó a la prensa Gustavo Bell, jefe negociador del gobierno.
El proceso de paz entre el gobierno y el ELN, que con 1.500 hombres se considera la última guerrilla activa del país, se reactivó la semana pasada tras una suspensión de más de dos meses, motivada por una espiral de violencia entre las partes al expirar el 9 de enero la histórica tregua de 101 días.
Y acerca más al presidente Juan Manuel Santos a su objetivo de alcanzar la «paz completa» -tras el histórico pacto con las ya disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)- antes de dejar el poder en agosto.
Además del ELN, quedan activos disidentes de las FARC y bandas armadas dedicadas al narcotráfico y la minería ilegal, se vienen registrando enfrentamientos entre el ELN y un reducto de la desmovilizada guerrilla maoísta Ejército Popular de Liberación (EPL) en el noreste de Colombia.