El ejercicio en exceso sin la supervisión de un profesional en terapia física pueden causar graves lesiones como desgarros, rupturas musculares y fracturas por estrés.
El ejercicio con gran sobreesfuerzo también puede producir alteraciones en el corazón causando arritmias y problemas cardíacos, advirtió la especialista Rosmy Gagliuffi, coordinadora de la carrera de Terapia Física de la Universidad Privada del Norte (UPN).
Se considera una lesión deportiva a cualquier daño ocasionado al organismo realizando una actividad física, independientemente del nivel amateur o profesional. Las más recurrentes son distensiones, esguinces, desgarros y pubalgias.
Según Gagliuffi, las lesiones más frecuentes se producen debido al sobre entrenamiento, mal calentamiento, falta de estiramiento, golpes, caídas e incluso al uso inadecuado del calzado deportivo. Es decir, se producen por una mala práctica del ejercicio e inadecuados tiempos de reposo. Además, influyen en el aspecto físico y emocional del deportista.
“Podemos prevenir lesiones deportivas ejercitándonos adecuadamente y alternando los músculos trabajados. Es importante el calentamiento previo que activa y estimula las articulaciones, músculos y tendones para una mejor respuesta. Después del ejercicio debemos realizar una actividad de menor intensidad para eliminar las toxinas acumuladas en el músculo” recomendó la especialista.
El terapeuta físico tiene como labor principal recuperar la funcionalidad del deportista lo antes posible, acelerando los procesos de recuperación y garantizando que se reincorpore a la práctica deportiva con éxito.
“En los últimos 3 años, el crecimiento de los clubes deportivos y atletas olímpicos ha incrementado la demanda de los fisioterapeutas dentro del ámbito deportivo”, finalizó.