Para muchos usuarios de Facebook, tener una gran cantidad de amigos puede ser sinónimo de diversión o de popularidad. Sin embargo, no todo es de color de rosa. Según advierte un estudio realizado por University of Edinburgh Business School, de Escocia, demasiados amigos en la red social significa mayor estrés.
La explicación es la siguiente: a mayor número de amigos, más heterogéneos son los perfiles de cada uno. Eso implica que el usuario deberá adaptar los contenidos que genere -como videos, comentarios o fotografías- a un público más global. En consecuencia, la actividad le demanda mayor trabajo, que se traduce en mayor estrés.
“El estrés aparece cuando el usuario de Facebook debe presentar una versión de sí mismo que quizás no agrade a todos sus amigos, como puede ser un post que demuestre que insulta, que bebe demasiado o que fuma”, explica un comunicado de la universidad, reproducido por el portal CNET.
“Cuanto más grandes sean los círculos a los que está relacionado online, mayor será el estrés causado por las redes sociales”, determina el estudio, realizado sobre 300 personas, en su mayoría, estudiantes de 21 años.
El análisis establece, además, que por lo general las personas tienen siete tipos distintos de círculos sociales en las plataformas de internet, como mejores amigos, amigos de la infancia, compañeros de la oficina o la familia.
“El grupo más común es el de los amigos conocidos offline (el 97 por ciento dijo que los agregó a sus perfiles en línea), seguido por la familia extendida (81%), los hermanos (80%), amigos de amigos (69%) y colegas (65%)”, define el trabajo de la universidad.
Por otro lado, el informe señala que los usuarios envían más solicitudes de amistad a sus ex parejas, antes que a las actuales, otro motivo de presión por intentar “impresionar”. Solo un tercio de los consultados manifestó, asimismo, usar las listas de Facebook para personalizar de manera detallada con quiénes comparte la información.
El autor del reporte Ben Marder concluyó: “Facebook antes era una fiesta en la que todos tus amigos podían bailar, beber y flirtear. Ahora con los padres y los jefes, la fiesta se convirtió en un evento que genera ansiedad y que está lleno de potenciales bombas sociales”.
Fuente: Infobae
