En los 90 muchas series estadounidenses llegaron a Latinoamérica con gran éxito, una de ellas fue Alf, que narrraba las historias de un extraterrestre que trataba de adaptarse a vivir con la familia Tanner luego de caer sobre su techo.
Una de los grandes misterios sobre la serie cómo hacían los realizadores de la serie para que el extraterrestre pudiera moverse con tanta naturalidad e interactuar con los actores de carne y hueso; y fue Paul Fusco, uno de los creadores de la serie, quien develó este secreto ya que en la época no había tecnología necesaria para desarrollarlo de manera computarizada.
A pesar que muchos creen que el enano de circo húngaro Mihaly ‘Michu’ Meszaros era el que encarnaba durante todos los episodios al entrañable Alf, en realidad él solo se ponía el disfraz cuando era necesario una toma de cuerpo completo del personaje.
El extraterrestre, que tenía como frase favorita «No hay problema», era una marioneta cuyo cuerpo era manejado por el personal de producción que se movían con la parte superior e inferior, por lo que grabar cada capítulo era muy complicado.
Es por ello que Alf (que son la siglas de Alien Live Form, o Forma de vida alienígena en español), solo aparecía de miedo cuerpo. Hacia arriba conversando en la mesa o en algún otro lugar y las extremidades inferiores cuando huía luego de hacer una travesura.
Fusco era el titiritero principal y usaba una mano para controlar la boca, aparte de darle la voz, y otra para sus brazos, por su parte Lisa Buckley manejaba el brazo libre y Bob Farppiano se hacía cargo de los movimientos faciales y de oreja con un control.