Un elemento esencial para trabajar con más eficiencia es la automotivación. Sin embargo, varias situaciones inesperadas en nuestra vida cotidiana pueden desanimarnos en algunos momentos.
Sabemos que el camino profesional puede ser turbulento muchas veces. Pero nadie puede desistir ante las primeras piedras que encuentre en su camino.
Es muy común que en algunos momentos sintamos desgano, cansancio, la sensación de que todo se nos viene encima, aburrimiento, desorganización, el postergar cosas una y otra vez, no tengamos ganas de estudiar, de trabajar o de realizar una actividad física, por ejemplo. Además, muchas personas dejan todo para después y, al fin, no alcanzan ninguna de sus metas.
Por eso, sin dudas es muy importante saber cómo automotivarse. Tener el control de nuestros pensamientos y saber qué hacer cuando estamos desanimados puede ayudarnos a mejorar varias situaciones.
Independientemente de los factores externos, es necesario aprender a estimularse, automotivarse para que los resultados sean lo más positivos posibles.
En algunos momentos de nuestra vida, hemos de pararnos a reflexionar. Tomar un respiro, mirar alrededor y preguntarse: ¿qué pensamientos me impiden avanzar? ¿qué me digo a mi mismo? ¿me pongo excusas? ¿qué miedos tengo? ¿cómo me siento?
Al crear un diálogo contigo mismo, debes tomar nota de todos los impedimentos que te pones a ti mismo en una lista, todas tus excusas, miedos, pensamientos negativos, etc. Después debes escribir al lado de cada frase, en otro color o en otra columna, un reenfoque positivo de la misma, imaginando por ejemplo como si estuvieras aconsejando a un amigo.
Puedes seguir esta lista lógica:
“No tengo tiempo para nada” vs “tengo que organizar mejor mi tiempo”
“No soy capaz, soy malo en esto” vs “Puedo hacerlo mejor y aprender, puedo mejorar en ésto”
¿Qué es lo debes hacer para automotivarte?
- Determina tus metas: Tener objetivos bien definidos es una manera de automotivación, ya que cuando sabemos bien dónde queremos llegar es mucho más fácil tomar las actitudes necesarias para alcanzar nuestras metas. Planifica tus metas enumerando una lista de acciones que puedes hacer y marca siempre los ítems ya concluidos. Establece planes de corto, mediano y largo plazo que se puedan cumplir. Ojo, ten cuidado de no establecer metas que van más allá de tu capacidad. La desmotivación puede ser el resultado de la sobreestimación de nuestras fuerzas. Cuando no somos conscientes de la magnitud de alguna situación, creamos un estrés innecesario en nuestras vidas. Por lo tanto, elige tus metas consciente de tus fuerzas y de los recursos que puedes utilizar. Reflexiona en las siguientes preguntas: ¿Sabes el motivo de hacer lo que has venido haciendo hasta ahora diariamente?, ¿Qué quieres alcanzar con las iniciativas que tomas en tu día a día?, ¿Por qué quieres alcanzar esos objetivos?.
- Organízate: Pon fecha a tus objetivos a corto, medio y largo plazo y colocarlos en tu agenda: Diseñar una buena estrategia, un plan de acción paso a paso para conseguir nuestras metas. La buena organización es fundamental. Para ello es importante no sobresaturarse, recordar que en nuestro día a día necesitamos un momento para todo: familia, trabajo, vida social, hobbies, cuidarnos… en nuestra agenda tiene que haber un hueco para todo. Es importante tener en cuenta esta parte el dicho “mente sana cuerpo sano”. Cuidar nuestros hábitos alimentarios, sueño, actividad física.. en definitiva: cuidarnos y llevar un estilo de vida saludable.
- Cargando las pilas: Algunas herramientas que podemos utilizar son: Repetirnos mensajes de ánimo y autoafirmación cada día por la mañana frente al espejo. Busca una frase de automotivación para usarla cada día. Empieza el día echándote un piropo a ti mismo. Reírse: ¿qué mejor forma de cargar las pilas que unas buenas carcajadas? Unas risas con los amigos, una comedia, un libro gracioso, jugar con un niño.. busca tiempo para la risa.
- Visualiza tu éxito: Siente la satisfacción de haber llegado a tu objetivo gracias a tu trabajo día a día. Recuerda el por qué estás luchando y la meta a la que quieres llegar. Otra forma de visualizar el éxito puede ser recordando logros pasados, cosas de las que te sientas orgulloso, y revivir esos momentos. Es importante que la visualización sea realista, visualiza el esfuerzo que te lleva a la meta o sólo el «momento de gloria». Los atletas suelen visualizar los movimientos perfectos implicados en la acción antes de realizarlos, y esto les lleva a perfeccionar la ejecución y a la medalla (visualizar solamente el primer lugar del podio no ayuda, hay que visualizar todo el proceso y motivarse con la posibilidad de llegar al podio).
- Premios y beneficios de llegar a tu objetivo: Puedes premiarte a ti mismo haciéndote un regalo, mimándote con una recompensa. Haz una lista de posibles premios que puedas darte ¿una excursión?¿ una tarde sólo para ti? ¿ir a bailar? ¿un concierto?.. adapta el premio a las metas. También es importante recordar los beneficios de llegar a tus objetivos.
- Recordar las consecuencias negativas: ¿qué pasa si no te mueves? ¿si abandonas? ¿si dejas pasar el tiempo sin avanzar? ..recuerda las consecuencias negativas de no hacer nada. Preparar un “kit” de motivación para momentos malos: recopila por ejemplo en una caja bonita o en un mural cosas que te aporten buena energía, te entusiasmen, y te recuerden el por qué de ponerte en marcha hacia tus objetivos: fotos, frases, un recopilatorio de canciones que te resulten alegres, los autoelogios y visualizaciones de éxito por escrito, los beneficios y recompensas de cumplir tus metas, etc.
- Autoevaluarse periódicamente: Una vez que nos pongamos en marcha es importante que vayamos haciendo autoevaluaciones de cómo vamos cada cierto tiempo: así si detectamos algún problema podremos reconducir nuestra estrategia.
- Cambia el foco de tu pensamiento: ¿Alguna vez has percibido cómo estamos constantemente pensando en lo que otros creen? ¿O incluso suponemos lo que otras personas imaginan? Hay muchas medidas que tomamos no porque nos gusta, sino porque creemos que son importantes para alguien. Y esa puede ser una de las grandes razones para la falta de ánimo. Nuestra sugerencia es que alejes un poco el foco en el mercado y en los demás, y que entiendas cómo te sientes ante todo. No intentes realizar lo mejor pensando sólo en lo externo a ti.
- Haz nuevas elecciones siempre que sea necesario: Puede que necesites sólo una pequeña modificación en lo que ya haces. Lo nuevo y lo desconocido siempre generan un poco de desconfianza y hasta miedo. Pero si no lo intentas, nunca sabrás si podría haber funcionado.
- No tengas miedo de equivocarte: Saber cómo automotivarse es tener ganas de superarse, correr riesgos calculados, celebrar victorias y principalmente aprender de tus errores. Incluso, errar eventualmente es sano, porque es como conseguimos descubrir otras formas de hacer nuestras tareas de una manera aún mejor. Aprende con tus errores y acéptalos.
- No te autocastigues cuando tienes algún tropiezo: Por el contrario, utilízalo para reajustar lo que has hecho, y no para desmotivarte.
- Aprende algo nuevo cada día: Aprender algo nuevo todos los días es una gran herramienta de cómo automotivarse siempre que sea necesario. Cuanto más informaciones y conocimientos tenemos de un determinado asunto, más autoridad y autoconfianza adquirimos. Esto hace que creamos de verdad en nuestros potenciales y en lo que estamos haciendo. Si aprendes algo nuevo todos los días, estarás más preparado para los posibles problemas que podrás enfrentar.
- Sé positivo: ¿Has escuchado acerca de la teoría de que buenos pensamientos generan buenos resultados? ¡Es muy cierto! Saca, expulsa las ideas que puedan ser autodestructivas o te aislen. No sobrecargues tu mente con pensamientos negativos y que sólo desaniman.
- Busca tus puntos fuertes: Repite para ti mismo informaciones positivas. Por ejemplo: “yo puedo”, “yo lo consigo”, “eso es posible”. En caso de que sea necesario, busca un especialista para conversar y ayudarte a encontrar tus virtudes. Ver el mundo y principalmente tus actitudes desde una mirada positiva te ayudan a mantener una energía alta y motivación.
- Mantente en contacto con las personas que te animan: Evita las personas que se centran sólo en tus errores.
- Invierte en fuentes de satisfacción diferentes: A veces es necesario desconectarte de las tareas profesionales en algún momento del día. Uno de los motivos por los cuales muchas personas se desaniman es a causa de no tener un tiempo para ellas fuera del área profesional. Y eso puede ser más difícil para quien trabaja en casa. Puedes: Escuchar música estimulante, leer libros de estilos variados, ir al teatro, ver películas, viajar, hacer deporte, meditar, reunirse con amigos para conversar.
- Usar herramientas de coaching puede ayudarte a encontrar tus potencialidades: Pues es una técnica que proporciona a las personas las herramientas destinadas a su perfeccionamiento como individuos y, a partir de ello, les permite transformarse y evolucionar.
- Conoce a personas exitosas: Es muy importante tener buenas referencias, sobre todo si estás empezando un nuevo proyecto. Conocer y relacionarse con personas que han obtenido resultados positivos son buenas maneras de automotivarse. Es muy bueno tener a tu alrededor personas con pensamientos positivos y que estén dispuestas a apoyarte.
- Sal de tu zona de confort: Es importantísimo vencer los desafíos para conseguir alcanzar tus objetivos, por más difícil que pueda parecer.
- Empieza bien el día: No hay nada peor que levantarse de mal humor, perder un autobús o ir a trabajar con hambre…Por eso, una buena manera de estar más motivado para realizar tus actividades diarias y alcanzar todas tus metas es arrancar el día bien. Levántate con tiempo, toma un buen desayuno y haz todo lo que pueda ayudarte a sentirte bien: realiza alguna actividad física, báñate, lee un periódico, escucha tus músicas preferidas…en fin todo lo que te permita tener más energía y satisfacción.
Fuente: Internet
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