La agricultura y la Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial en la agricultura es una herramienta que parece sacada de la ciencia ficción, aunque en la realidad se está poniendo en práctica para el beneficio de los productores de todo el mundo, especialmente para aquellos que trabajan con la agricultura de precisión.

La inteligencia artificial va a la ayuda de la agricultura, pues al igual que ya ocurre en otros sectores, empresas como Microsoft o Intel están poniendo al servicio de los agricultores herramientas inteligentes para ser más eficientes y consumir menos recursos naturales.

Esta noticia es buena no solo para los agricultores sino también para el planeta, para toda la humanidad pues uno de los recursos naturales que más se consumen pero que menos se cuidan y se preservan, es el agua. Pues mediante la aplicación de dispositivos inteligentes y tecnologías de inteligencia artificial (IA), los agricultores podrán realizar un consumo más eficiente de los recursos naturales, en especial del agua.

Se esta desarrollando una agricultura inteligente. De esta manera se aporta una mayor eficiencia a las explotaciones, gracias a que la propia tecnología es más sostenible.

Con la inteligencia artificial se proporciona a los productores una mayor trazabilidad de su explotación, ya que les permite conocer el momento óptimo para sembrar, regar, fertilizar o cosechar. La información acerca del estado de los cultivos se obtiene en tiempo real para analizar la evolución de indicadores como temperatura ambiental y del suelo, humedad del suelo, presión atmosférica, vigor de la planta, precipitaciones registradas en el terreno o velocidad del viento. Así se facilita la toma de decisiones en cada uno de los momentos del ciclo productivo.

Los equipos de Internet de las cosas (IoT) instalados en el terreno y el análisis de los datos en la nube, con software especializados, ofrecen información acerca del momento óptimo para sembrar, regar, fertilizar o cosechar los cultivos, de manera que los agricultores puedan obtener una mayor trazabilidad de la producción de sus explotaciones.

Con la inteligencia artificial se proporciona a los productores una herramienta para conocer el momento óptimo para sembrar, regar, fertilizar o cosechar.

El sistema permite manejar también de forma remota y a distancia todas las variables, lo que proporciona a los agricultores una mayor eficiencia en sus explotaciones y un mayor desarrollo de su negocio que puede contribuir a mejorar el tejido productivo en el territorio.

Actualmente en países como España y otros en Europa están incorporando los servicios IA de Microsoft en su estrategia IoT.

Los datos para aplicar IA en la agricultura suelen tomarse por medio de sensores ,en drones o tractores, para después sugerir a los agricultores las acciones que deben llevar a cabo a lo largo de todo su año agrícola. Un ejemplo de esto es tomar en cuenta la forma en la que se han comportado las lluvias en distintos períodos y, con base en eso, elegir un método de riego o incluso un cambio de tipo de cultivo.

Cómo la agricultura está cambiando gracias a la inteligencia artificial

La innovación tecnológica avanzada convierte a la agricultura en un sector aún más dinámico y de extraordinario potencial, a continuación 4 aspectos en los que la IA está cambiando la manera de hacer agricultura.

Agricultura de precisión

Los avances en inteligencia artificial están haciendo realidad el salto de una agricultura exclusivamente biológica a una agricultura de precisión. Un cambio exponencial que puede definirse como la introducción de un formidable plus de control, evaluación y seguridad en cada eslabón de la cadena agrícola.

Esta tecnología ha convertido en medibles y absolutamente contrastables procesos que hasta ahora se han hecho por medio de controles débiles y relativos, de una experiencia más estadística que real.

Pongamos algunos ejemplos claros. La alta computación y la inteligencia artificial ayudan a las maquinarias agrícolas a una precisión y finura hasta hace nada impensables: les permite identificar y tomar decisiones de gestión sobre el terreno, incluso según las necesidades de cada planta.

De modo que la toma de decisiones se lleva a cabo en tiempo real y en todo el circuito agrícola: desde la semilla de la planta, pasando por las condiciones de riego, tratamientos fitosanitarios y posterior recolección y transformación.

La IA solo funciona si es aplicada en máquinas especializadas que cumplan funciones específicas y que estén programadas para cumplir con un objetivo previamente implantado. En la agricultura, uno de los alcances que mayor potencial es el análisis de información del exterior, es decir, conocer cómo se desarrollan los cultivos en su entorno y, con esta información, hacer predicciones.

Verdadera sostenibilidad

La tecnología se ha convertido en el gran valedor del concepto de sostenibilidad en su sentido más amplio y puro.

La aplicación de inteligencia artificial a la agricultura y los cultivos reduce de forma drástica el consumo y utilización de recursos. Unos recursos que con frecuencia son escasos, como ocurre con el agua en zonas cada vez más extensas del planeta.

De hecho, los expertos apuntan a que la gestión de este recurso es fundamental, ya que se prevé una disminución de las reservas a partir de 2050. Proceso que podría acelerarse y acentuarse con el cambio climático.

La utilización de mejores sistemas técnicos, cámaras, realidad aumentada, drones y computación ha demostrado que en muchos casos se llega a una reducción de hasta un 90% de muchos tipos de productos fitosanitarios. Algo que es posible gracias al learn machine que optimiza el rociado de la planta in situ.

E incluso la aplicación de la inteligencia artificial para fortalecer la salud de las plantas de forma biológica y natural. Haciéndolas más resistentes a las enfermedades, con mejoras contrastadas de rendimientos de los cultivos que rondan el 20%.

Gestión profesional y eficaz

Desde el punto de vista de la gestión empresarial y de la gestión profesional de los cultivos, la incorporación de tecnología predictiva que surta a la toma de decisiones de inteligencia y criterios de eficacia, impacta directamente en la reducción de costes y tiempos. Ya que se automatizan los procesos de gestión, rompiendo con el lastre que suponen los tiempos muertos e improductivos dentro de la cadena del sector.

Gestión autónoma de maquinaria

La automoción y la industria se han convertido en las abanderadas del uso de la inteligencia artificial en sus procesos y actividades. No hay más que pensar en el coche autónomo y eléctrico o en la industria 4.0, que no es más que la antesala de lo que está por venir.

Estos mismos adelantos aplicados a la agricultura traerán indudables beneficios y ventajas al sector. Desde la conducción autónoma de maquinaria, por medio de GPS y control remoto, reducción del gasto por uso de combustibles fósiles, hasta la mejora de los procesos de producción, recogida y elaboración.

Una agricultura mejor, más sostenible y rentable es posible gracias a la inteligencia artificial.

Fuente: Internet

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