El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó la presión sobre sus aliados de la OTAN, a quienes urgió durante una cumbre tensa en Bruselas a duplicar su compromiso en gasto militar nacional y alcanzar el 4% del PIB.

Ese objetivo aparece por el momento lejos, máxime cuando sólo ocho de los 29 países de la OTAN cumplen con el objetivo marcado en 2014 en Gales de aproximarse a un 2% del PIB de gasto militar nacional en una década, y ninguno llega al 4%.

«Durante su intervención en la cumbre de la OTAN, sugirió a los países que no sólo cumplan con su compromiso de destinar el 2% de su PIB al gasto en defensa, sino que lo aumenten al 4%», señaló la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

El dirigente de Estados Unidos, cuyo presupuesto militar alcanza el 3,5% del PIB y cuyas contribuciones directas al presupuesto de la OTAN representan el 22% del total, «quiere que [los] aliados compartan más la carga y como mínimo cumplan con sus obligaciones», agregó.

Sin sorpresa, el inquilino de la Casa Blanca marcó desde la mañana el tono de la cumbre, al asegurar durante un desayuno de trabajo con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que su país pagaba «demasiado» a la Alianza.

Además de Estados Unidos, sólo cuatro países europeos -Grecia, Estonia, Reino Unido y Letonia- cumplen con el objetivo de Gales. Polonia, Lituania y Rumanía también podrían hacerlo en 2018, según cifras de la OTAN.

Los países de la OTAN intentaron quitar hierro a la intervención del líder de la primera potencia militar mundial. «Es una posición típica de Donald Trump», «forma parte de su lenguaje clásico sobre el asunto», dijo la presidencia francesa.

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