Seis requisitos para la continuidad de la educación durante y después del Covid-19

En el punto álgido de la pandemia de Covid-19, 1.600 millones de niños vieron interrumpida su educación, es decir, nueve de cada 10 niños en más de 190 países en todo el mundo.

Peor aún, alrededor de un tercio de estos niños no tenían acceso a herramientas de aprendizaje remoto, como clases en línea. En todo el mundo, cientos de millones de estudiantes carecen de acceso a Internet. Están en el lado equivocado de la brecha digital, a costa de su aprendizaje, su capacidad para desarrollar habilidades y para dar un salto hacia un futuro mejor.

Reimaginando la educación

“Al combinar el financiamiento, las ideas y el compromiso público y privado, podemos cerrar la brecha digital, reinventar la educación y poner el aprendizaje, las habilidades y las oportunidades en manos de todos los niños y jóvenes del mundo. Al pensar en grande, estas iniciativas pueden ser transformadoras y de gran alcance.” Aseguró Kate Day, Jefe de Escuela del Colegio Sir Alexander Fleming.

Para lograr esta transformación, es necesario cumplir con estos 6 requisitos:

1. Escuelas seguras
Las escuelas deben adoptar enfoques flexibles, cumplir con todos los protocolos de seguridad determinados por las autoridades de salud; proporcionando suficientes recursos para que los maestros y estudiantes estén adecuadamente protegidos y garantizar que el aprendizaje sea seguro para todos.

2. Innovación
La utilización de plataformas digitales de aprendizaje como Blackboard, Zoom, Google Meets, Moxtra y Microsoft Teams son de enorme ayuda para el desarrollo de las clases a distancia ya que permiten una interacción personalizada entre los alumnos y sus profesores, de manera que no se debiliten los lazos personales establecidos en las aulas.

4. Conectividad
Las empresas privadas, tanto de telecomunicaciones como de otros sectores, deben trabajar muy de la mano con los gobiernos nacionales, regionales y locales para garantizar la infraestructura necesaria para brindar conectividad a la mayor cantidad de posible de centros poblados. Asimismo, dicha conectividad debe cumplir con los requerimientos de calidad mínimos necesarios para su uso sin interrupciones.

5. Habilidades para el empleo y el crecimiento
Una educación moderna debe desarrollar y acreditar habilidades básicas, como lectura, escritura y matemáticas. Pero también debe desarrollar las habilidades en la resolución de problemas, la creatividad y el pensamiento crítico que los jóvenes necesitan para trabajar, iniciar un negocio y participar de manera productiva en sus comunidades.
Se calcula que el 65% de niños que actualmente cursan la primaria, trabajarán en empleos que actualmente no existen cuando crezcan. Por ello, preparar a los niños y jóvenes para la tecnología del futuro es absolutamente fundamental.

Adicionalmente, es fundamental que la educación se enfoque en el aspecto emocional y psicológico de los jóvenes, fortaleciendo aptitudes como la adaptabilidad y la resiliencia. En tiempos de incertidumbre como los que hoy nos toca vivir, los jóvenes deben tener herramientas básicas para lidiar con emociones como la falta de motivación, aburrimiento, irritabilidad y depresión, las cuales han mostrado un incremento significativo durante los meses de confinamiento.

En este sentido, las metodologías psicopedagógicas deben incluir actividades novedosas, juegos y dinámicas que involucren a los padres y demás miembros de la familia.

6. Involucrar a los jóvenes
Los alumnos son el elemento más importante y deben estar al centro de la transformación educativa. En este sentido, los colegios, institutos y universidades deben hacer un seguimiento para determinar cuáles son las herramientas preferidas por los alumnos y cuál es el tipo de aprendizaje que necesitan para construir el futuro que desean ver.

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