Aproximadamente 10 millones de peruanos tienen en su interior parásitos; es decir, el 30% de la población, según datos del Ministerio de Salud (Minsa).

Este mal, llamado parasitosis, afecta especialmente a niños pequeños. Molestias como dolor de estómago, falta de sueño, picazón en el ano y en la nariz, y rechinamiento de los dientes son algunas señales de la enfermedad. Puede derivar en anemia, diarrea y pérdida de peso.

En la mayoría de casos, la parasitosis es originada por lombrices y gusanos, que entran al organismo -por ejemplo- a través de alimentos contaminados por materia fecal. Se trata de una enfermedad altamente contagiosa.

Para tratar las infecciones por lombrices se aplica, principalmente, la pastilla mebendazol, que se adquiere bajo prescripción. La frecuencia de consumo depende de las indicaciones del médico. Es apta para niños y adultos.

Lavarse las manos antes de comer, después de ir al baño y luego de cambiar pañales puede reducir el riesgo de una infección por parásitos. Evitar caminar descalzo, hervir el agua y eliminar adecuadamente los desechos son otras recomendaciones.

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