Estos aparatos saldrían a la venta a partir del 21 de septiembre, según señaló el blog iMore, el primero en dar la noticia durante la noche del lunes. Esta versión fue luego respaldada por una serie de fuentes que suelen tener buenos contactos con Apple, como la agencia financiera Bloomberg o los blogs AllThingsD, The Verge y The Loop.
Según los detalles que han trascendido, el nuevo modelo tendría una pantalla más grande y sería más delgado que el actual iPhone 4S. La presentación sería el primer nuevo diseño del iPhone desde el lanzamiento del 4 en 2010. Desde entonces, Apple ha enfrentado una fuerte competencia por parte de Samsung y otras marcas que introdujeron al mercado smartphones que superan al iPhone en tamaño y capacidades técnicas.
Las expectativas sobre un pronto lanzamiento de un nuevo modelo han afectado la demanda de los iPhones en los últimos meses, lo que ha reducido los ingresos trimestrales de Apple. Durante las últimas semanas han aparecido fotografías y videos de la nueva carcasa del iPhone, según las cuales tiene el mismo diseño, pero la parte de atrás ya no es de cristal, sino casi toda de metal. Además, aparece más abajo la conexión para los auriculares y el puerto de conexión en la parte de abajo es más pequeño.
Sin embargo, las imágenes podrían ser una falsificación o uno de los muchos prototipos que prueba Apple y que luego descarta, algo que ya ha ocurrido anteriormente. Uno de estos ejemplos se vio el año pasado, cuando hubo fotos de un supuesto iPhone 5 que se hacía más estrecho en la parte de abajo. Pero luego Apple lanzó el iPhone 4S, que es igual a su antecesor en la apariencia externa.
Hace poco, en el enfrentamiento judicial por la presunta violación de patentes entre Apple y Samsung, se conoció un prototipo que existió y en el que en efecto el teléfono tenía forma de «gota de agua», lo que dejó claro la gran cantidad de propuestas que los diseñadores de Apple prueban antes de elegir con cuál quedarse. Si las actuales versiones son ciertas, el nuevo iPhone 5 rompería con dos de las cosas que defendía el fundador de Apple Steve Jobs, fallecido el año pasado.
Primero, el tamaño de la pantalla, que él quería mantener en 3,5 pulgadas (8,9 cm) frente a los displays mucho más grandes de los competidores. Y segundo, fue famosa la frase en que Jobs calificaba de «abortos» a las tabletas más pequeñas, que en su opinión no le ofrecerían al usuario experiencias memorables.
La competencia podría ahora obligar a Apple a repensar sus posiciones. En el caso de los teléfonos, Samsung es especialmente fuerte con teléfonos de pantalla más grandes, mientras que entre las tabletas el iPad sigue siendo el líder.
Pero Kindle Fire de Amazon o Nexus 7 de Google han establecido una nueva categoría de aparatos más pequeños y sobre todo más accesibles. Por eso Apple estaría pensando en un «mini iPad».
El viernes pasado la firma de estudio de mercado IDC presentó cifras según las cuales Samsung es el fabricante número uno de smartphones, con un total de 51 millones de aparatos vendidos en el segundo trimestre del año, y con una cuota de mercado del 32,6 por ciento. Por su parte, Apple vendió 26 millones de iPhones y controla el 16,9% del mercado, aunque sus ingresos son mayores debido al costo del iPhone.