Francia inauguró el primer tramo de carretera solar del mundo en una vía local en Normandía (noroeste), que cuenta con 1 kilómetro de extensión y cuyo pavimento está compuesto por paneles solares especialmente sólidos.

Se trata de un proyecto pionero con el que se prevé alimentar el alumbrado público de un pueblo de 5,000 habitantes. Sin embargo, este que ha recibido las críticas de diversas organizaciones ecologistas que consideran su coste, 5 millones de euros, desorbitado para la cantidad de energía que puede producir.

Según su departamento, este tipo de paneles solares están especialmente concebidos para soportar el peso de cualquier vehículo, incluido el de camiones, y garantizar la adherencia de los neumáticos. Francia tiene un millón de carreteras y asfaltando un cuarto de las mismas, el país alcanzaría su independencia energética.

Por el tramo inaugurado, un kilómetro de una carretera departamental que conduce al municipio normando de Tourouvre-au-Perche, se calcula que circulan 2.000 automovilistas de media cada día. Según los cálculos de los responsables del proyecto, el tráfico ocupa las carreteras apenas el 20 % del tiempo, por lo que no les priva de mucha exposición solar.

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