Tripita, Care Chancho, Cachay, Mondonguito, Kike, Danny y Loncherita son algunos de los nombres que marcaron la comedia popular de los noventa. Nacidos en las calles y catapultados a la televisión, se convirtieron en íconos de una época donde el humor callejero alcanzó su punto más alto.
Hoy, un grupo de actores contemporáneos les rinde homenaje con Eternos comediantes, una obra teatral que mezcla sátira y absurdo para narrar la historia de Rachi y Escombro, dos cómicos ambulantes que alcanzan la fama en la televisión, pero terminan atrapados por la manipulación, la explotación y la pérdida del sentido original de hacer reír. La obra plantea preguntas sobre poder, medios y la fragilidad de la cultura popular frente a intereses políticos.
“Es una puesta en escena que interpela a quienes vivieron los noventa y sorprende a quienes no los conocen, con un humor afilado y una mirada crítica al país de ayer y de hoy. También es un homenaje a tantos artistas callejeros talentosos, trabajadores y creativos, que siguen siendo ignorados y sin apoyo del Estado”, señalan los organizadores.
Eternos comediantes regresa a Lima tras temporadas exitosas en la Sala Mocha Graña y la Casa Yuyachkani. Escrita y dirigida por Gerardo García Frkovich, cuenta con las actuaciones de Luis Cardenas-Natteri, Marco Flozu, Santiago Magill y Sofía Humala.
“Corría la década de los noventa. Yo salía del colegio y me sentía atraído por ciertos fenómenos sociales, en particular por la irrupción de los cómicos ambulantes en la televisión. La llamada ‘televisión basura’ era —y sigue siendo— solo la punta de un iceberg marcado por lo político y lo social”, recuerda García.
La nueva temporada se presentará del 21 al 31 de agosto en la Asociación de Artistas Aficionados (jirón Ica 323, Centro Histórico de Lima). Las funciones son de jueves a sábado a las 8:00 p.m. y domingos a las 7:00 p.m. Las entradas están disponibles en Joinnus.
“Lo que me motiva a seguir con este proyecto es la sensación de que, en el fondo, muy poco ha cambiado desde aquella década. Por eso es urgente poner esta conversación sobre la mesa”, añade el director.









