Usar un monitor de actividad física puede ayudar a llevar la cuenta de los pasos que uno da al día, pero el aparato en sí, probablemente no mejore su salud.
Científicos dicen que aunque el monitor de actividad podría incentivar al usuario a caminar más, probablemente no sea suficiente como para ayudarle a perder peso o mejorar su salud en general.
«Estos son básicamente aparatos para llevar la cuenta», dijo Eric Finkelstein, profesor de la Facultad de Medicina Duke-NUS en Singapur, quien estuvo a cargo del estudio. «Saber qué tan activo estás no se convierte en mayor actividad física y la novedad de tener esa información se diluye rápidamente», agrega.
Finkelstein y sus colegas probaron el monitor Fitbit Zip en un grupo de 800 adultos en Singapur, dividiéndolos en cuatro subgrupos. De estos, más de la mitad tenían sobrepeso o eran obesos, y alrededor de un tercio eran activos.
Un grupo de control recibió información sobre ejercicios pero no monitores y otro grupo recibió el Fitbit Zip; todos en esos grupos también recibieron 2,92 dólares a la semana. Los participantes en los últimos dos grupos recibieron el monitor y alrededor de 11 dólares por cada semana que registraran entre 50.000 y 70.000 pasos.
Luego de seis meses, la gente con el Fitbit y los que recibieron el pago en efectivo registraron los mayores aumentos de actividad física. Pero luego de un año, el 90% de los participantes dejaron el aparato. La actividad física de quienes usaron el Fitbit no declinó tanto durante el año como en el grupo que no recibió el monitor, pero el aumento de actividad no fue suficiente como para producir mejoras en cuanto a peso, capacidad de oxigenación o presión sanguínea.
«Estos monitores pueden animar a la gente a dar más pasos, pero todavía sigue pareciendo como que estos pasos extras no son suficientes para realmente mejorar la salud», dijo Finkelstein. Agregó que lo que se necesita es más «pasos activos», o lo que sería una caminata enérgica o ejercicios más rigurosos.